Las vejaciones a prisioneros iraquíes, la decapitación de un civil estadounidense, los restos de los cuerpos destrozados de soldados isralíes exhibidos como un botín de guerra por los palestinos, militares estadounidenses mutilados en Faluja: los medios de comunicación europeos no son unánimes sobre la publicación o difusión de imágenes impactantes.
La mayoría de las cadenas de televisión europeas mostraron este martes las imágenes de la ejecución de un joven civil estadounidense, Nick Berg, 26 años, procedentes de un sitio internet considado próximo a Al Qaeda.
Sin embargo, todas las cadenas han cortado las imágenes antes de la decapitación.
Esta escena recuerda tristemente a la de la ejecución del periodista estadounidense Daniel Pearl, secuestrado y asesinado por un grupo de terroristas en Pakistán en 2002. Las fotos del periodista maniatado, con un revólver apuntando a la sien, dieron la vuelta al mundo, así como el vídeo de ínfima calidad de su degollamiento.
Antes de la decapitación de Nick Berg, que se encuentra al límite de lo publicable, las otras imágenes de torturas o las vejaciones a prisioneros iraquíes por las fuerzas de la coalición habían sido tratadas de manera diferente por los medios de comunicación europeos. De una manera general, los diarios populares no dudan en mostrar las crudas imágenes.
Los medios de comunicación españoles han publicado las imágenes más crudas de las torturas y mutilaciones en Iraq y Gaza, incluso en los informativos televisados de las cadenas privadas.
En Gran Bretaña, la prensa tampoco está en absoluto censurada para mostrar este tipo de imágenes como tampoco las de sexo.
Sin embargo, en Rumanía, un país aliado a Washington, las cadenas de televisión no han insistido sobre el asunto, relegando a segundo plano las imágenes de los prisioneros torturados en Iraq.
En Alemania, las imágenes de torturas en Iraq fueron ampliamente difundidas en los diarios y revistas, sobre todo en el semanario Focus.
A veces, los medios de comunicación publican fotos con comentarios. De esta forma, el diario berlinés Berliner Zeitung difundió a toda plana los cuerpos de los estadounidenses suspendido en el puente de Faluja con el siguiente pie de página: "Hay imágenes que no se quieren ver (...). Estas imágenes muestran lo que ocurre en Iraq. Muestran también lo que se ocurrió aquí y podría producirse de nuevo mañana si no estamos atentos. No basta simplemente con echar una ojeada. Tenemos que impregnarnos", aseguraba el texto.
Bajo la foto del prisionero iraquí desnudo y atado, el semanario austriaco Falter escribe: "Símbolo de la humillación", antes de agregar que "las imágenes transmiten su propia verdad y en esto, siempre hay un poco de injusticia".
Finlandia observa la prudencia, así como en Italia. Una ley de protección del menor prohibe difundir en las cadenas de televisión imágenes impactantes antes de las 21h00 locales. O en Francia, donde las autoridades son muy vigilantes.
Para la defensora del menor, Claire Brisset, "la legislación para la prensa escrita es enrevesada y la vigilancia no siempre se cumple".
En algunos países como Polonia asistimos a una especie de banalización de las imágenes impactantes, después de los recientes conflictos (Balcanes, Chechenia, Africa o Oriente Medio).
"Si publicar estas fotos ayudaran a descubrir la verdad y mostrar los horrores de la guerra tuvieran sentido", aseguró el investigador húngaro Zsolt Antal, "pero hay que hacer la diferencia entre la búsqueda de la verdad y la tabloidización de los medios de comunicación".