Ratas y cabras son las principales amenazas del ecosistema de las islas Galápagos al poner en peligro la supervivencia de las tortugas gigantes, afirmó ayer el biólogo y director del World Wildlife Fund para esta región ecuatoriana, Eliécer Cruz.

El biólogo, que se halla en Madrid en una conferencia sobre los riesgos y singularidades del archipiélago ecuatoriano, explicó que las ratas devoran los huevos de las tortugas gigantes, mientras que las cabras compiten por las plantas que sirven de alimento a aquellos anfibios.

La población  de cabras –de las que hay 300.000 ejemplares en la isla Isabela– es más difícil de controlar, pero para las ratas se hacen campañas de desratización y de control en zonas de nidos.

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Cruz apuntó que la principal amenaza para el ecosistema terrestre reside en las especies exóticas traídas por el hombre desde 1835, entre ellas burros, caballos e insectos, que afectan a la nidificación de aves.

Cruz señaló que a comienzos del siglo XIX existía una población de 500.000 a 600.000 tortugas gigantes, que hace 25 años descendió radicalmente y tras un proceso de cría en cautividad, actualmente son 30.000 ejemplares.

La amenaza para las especies marinas proviene sobre todo de la pesca ilegal y la sobrepesca, así el biólogo explicó que embarcaciones de tripulación asiática esquilman la población de tiburones en busca de aletas.

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Galápagos fue convertida en Parque Nacional en 1969 y es Patrimonio de la Humanidad.