Con múltiples actos culturales, Figueres, pueblo donde nació el artista, celebra el primer centenario  del genio.

Artista brillante, exhibicionista impúdico y orgulloso ostentador de uno de los bigotes más puntiagudos del mundo, Salvador Dalí fue un icono cultural tan notorio por sus excentricidades como por su arte.

Su extravagancia en el vestir y su hábito desconcertante de mirar fijo con ojos desorbitados a las cámaras le endilgaron la merecida reputación de amante de la publicidad, mientras que muchos pusieron en duda su estabilidad mental por sus discusiones francas sobre la sexualidad, la masturbación y la escatología.

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Pero los expertos aseguran que Dalí, cuyo centenario de nacimiento se celebra hoy, estaba bien cuerdo y que su exhibicionismo eclipsó su legado real: su arte.

La personalidad pública de Dalí y su obra siempre han estado estrechamente vinculadas, no obstante su comportamiento a menudo eclipsaba su arte, menciona Montse Aguer, director del Centro de Estudios sobre Dalí en Figueres, cerca de la frontera francesa. “Queremos que el público lo conozca mejor. Dalí tiene muchas facetas: mucha gente no sabe que también escribió obras teatrales, creó perfumes, hizo diseños para campañas publicitarias, trabajó en modas y, durante un tiempo, fue peinador”, dijo Aguer.

Agregó que la energía creativa del artista era tan prolífica que produjo más de 1.500 pinturas y dibujos. La última,  Dos fénix en combate, serie del torero, fue de 1985, cuatro años antes de su muerte.

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También creó decorados para producciones como Romeo y Julieta y trabajó en filmes como El perro andaluz de Luis Buñuel, con sus imágenes chocantes de un ojo tajeado y burros muertos. Creó la famosa secuencia del sueño en la película Cuéntame tu vida, de Hitchcock, trabajó con Walt Disney en un esfuerzo infructuoso por hacer la película Destino al estilo de   fantasía, e incluso colaboró brevemente con los hermanos Marx.

Algunas de sus obras provocaron disgusto; otras, perplejidad. Una de ellas, expuesta en la Feria Mundial de 1930, tenía sirenas vivas retozando en un tanque de agua. Una mujer estaba encadenada a un piano de cola; otras, ordeñaban una vaca. La profesora de Historia del Arte, Lourdes Cirlot, de la Universidad de Barcelona, explica que Dalí apeló a sus excentricidades solo para ganar notoriedad. Trató de proyectar una imagen de extravagancia porque vende. Era consciente de ello; quería provocar. Dalí estaba enormemente interesado en la fama, pero básicamente era normal, afirmó Aguer.

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Nacido en 1904 en el seno de una familia acomodada, Dalí recibió el nombre de un hermano mayor que había muerto de infante un año antes, hecho que lo marcó para toda su vida. Desde joven ideó extravagancias para atraer atención. En su autobiografía, La vida secreta de Salvador Dalí, el artista mencionó que de niño le era divertido patear la cabeza de su hermanita.

Al igual que Picasso su talento artístico se reveló muy temprano, y sus padres le construyeron un estudio en la residencia de vacaciones que tenían en Cadaques, en la Costa Brava española. A los 18 años, Dalí estudiaba arte en Madrid, donde tuvo amistad con estudiantes como el poeta Federico García Lorca y el cineasta Luis Buñuel, dos hombres que influyeron en su vida y que fueron influenciados por él.

Poco después, Dalí leía los escritos de Sigmund Freud sobre el significado erótico del subconsciente. Sus interpretaciones de la obra de Freud alentaron al artista a explotar sus propios temores y fascinaciones por lo erótico, un motivo que se reflejó una y otra vez en sus obras.

ANIVERSARIO
EL AÑO DE DALÍ
Por el centenario del nacimiento del pintor surrealista Salvador Dalí, el 2004 fue declarado como el Año Dalí, con exposiciones y conferencias de especialistas en diversas ciudades del mundo.

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PANES Y MÚSICA
En Figueres, cuna y tumba del artista catalán –fallecido en 1991–, se realizan actos artísticos, culturales y populares en su homenaje. Ayer estaba prevista la distribución gratuita de miles de panes con  formas de tricornio, así como la presentación del grupo De Calaix.

ILUMINACIÓN
También en Figueres estarán particularmente iluminados el edificio de la Fundación y el Museo Dalí, que en la actualidad recoge 1.500 de las 4.000 obras del genio catalán y que es anualmente visitado por millones de personas.