En medio del llanto y el dolor de los familiares, amigos y miembros de la institución policial, ayer fue sepultado el cadáver del teniente de la Policía, Ermel Reina Pozo, quien fue asesinado en Guayaquil, el viernes pasado, en un hecho que se desconoce, hasta que las investigaciones lo aclaren.

Antes de las exequias, los familiares de Ermel Reina, exigieron a la superioridad de la institución policial se investigue el hecho de sangre, con el propósito de que se dé con el paradero de los asesinos.

En la ceremonia religiosa estuvo presente el director nacional de Tránsito, general Mario Morán, quien aseguró que su institución ha iniciado la investigación de la muerte de Reina y tres uniformados más que perecieron este fin de semana, supuestamente en manos de la delincuencia.

Publicidad

Los padres de Reina Pozo, que tienen su vivienda en las calles 10 de Agosto y Tungurahua, en la ciudad de Tulcán, prefirieron evitar todo contacto con los periodistas, y lo único que comentaron fue que algunos medios de comunicación presuntamente distorsionaron la información sobre la muerte de su hijo.