A partir de este 1 de mayo, la Unión Europea (UE) pasará de 15 a 25 países, haciendo oficial la mayor ampliación de su historia, desde su nacimiento con seis estados en 1957. De esta manera la UE se consolida como el mayor mercado del mundo, con 455 millones de personas, y ofrece nuevas perspectivas de inversiones y negocios no solo entre sus países miembros, sino con las economías y mercados de los cinco continentes.

Los diez nuevos miembros –República Checa, Estonia, Chipre, Letonia, Lituania, Hungría, Malta, Polonia, Eslovenia y Eslovaquia–, asumieron el proceso de selección y acoplamiento a la UE en 1993 durante la Cumbre de Copenhague, cuando el Consejo Europeo aprobó iniciar el proceso de incorporación, que implicaba el cumplimiento de condiciones de ingreso, como disponer y mantener instituciones estables y democráticas; preservar el estado de derecho, el respeto y la protección de los derechos humanos y las minorías; sostener una economía de mercado; y tener una administración pública capaz de aplicar la legislación de la UE.

La ampliación de la UE es un factor importante de estabilidad y prosperidad no solo para los nuevos integrantes, sino también para las naciones con las cuales la UE mantiene acuerdos y relaciones comerciales. El efecto directo para los nuevos países miembros es que consolidará su posición comercial preferente en el mercado de la UE, abriendo la posibilidad de aumentar la inversión extranjera. Ello generará una dinámica económica que permitirá incrementar las relaciones comerciales entre la UE y las naciones interesadas en invertir en este mercado. La inclusión de nuevos estados dentro del régimen económico de la UE es un gran aliciente para inversionistas latinoamericanos, quienes gozarán del mismo esquema de tratamiento para terceros países que actualmente aplica la UE, incluyendo un solo arancel aduanero, y tendrán la oportunidad de llegar a nuevos mercados con sus productos, ampliando de esta forma su nivel de exportaciones. Con un Producto Interno Bruto cercano a los 10.000 billones de euros, los países que inviertan en la UE ampliada se beneficiarán de un mercado único mayor, que representa el 19% del comercio mundial.

Para el Ecuador tiene consecuencias directas, por ejemplo, respecto al banano. A partir de la ampliación y desde enero del 2006, la UE reformará el actual sistema de importación basado en cuotas y aranceles, donde los países llamados del ACP (Asia, Caribe, Pacífico) reciben un tratamiento preferencial. El nuevo sistema se basaría esta vez en aranceles y en operadores establecidos, precisamente, antes del 30 de abril del 2004. En enero del 2004, el 41,4% de las exportaciones ecuatorianas de banano fueron a la UE y el 21,8% hacia Europa del Este. En la medida en que se consolide como un mercado atractivo, la Unión Europea abre interesantes perspectivas para que sectores comerciales como las exportaciones de productos de América Latina lleguen a nuevos mercados, y hagan parte de las actividades económicas que conforman esta experiencia integracionista sin precedentes.

*Embajador del Reino de los Países Bajos, por la Presidencia de la Unión Europea en Ecuador.