El último parte médico de la Clínica Suizo Argentina, donde estuvo internado desde el 18 de abril, con un paréntesis de seis días, en que estuvo en una casa de campo, informó que se le dio el alta, pues “superó con éxito su emergencia clínica”.

El parte no menciona en ningún momento la clase de tratamiento que recibirá en su nuevo destino el ídolo futbolístico, que además de problemas cardiorrespiratorios, padece una adicción a las drogas.

La familia del ídolo deportivo argentino recibió varias ofertas de clínicas privadas bonaerenses para comenzar su tratamiento de rehabilitación por su adicción a la cocaína, luego de varios días de incertidumbre en los que ningún establecimiento quería recibirlo por el caos que genera a su alrededor.

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Mientras permanecía asilado, Maradona insistía en que quiere regresar a la quinta bonaerense donde estuvo entre sus dos hospitalizaciones o al establecimiento La Pradera, en Cuba, donde recibió tratamiento desde diciembre del 2000 cuando tuvo su primera crisis cardiaca.

El presidente cubano, Fidel Castro, puso a disposición del ex jugador un avión chárter para que retorne a la isla, pero algunos allegados al paciente argumentan que los especialistas en La Habana no lograron mejorar su condición.

Según la opinión de los expertos en adicciones, Maradona debería aislarse completamente de su entorno y empezar una desintoxicación general. Insisten en  que hace falta un lugar en el que pase desapercibido, en el que se transforme en un paciente más y pueda estar aislado, incluso de su familia, por varios meses.

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Todo el tratamiento debería durar por lo menos un año y medio y la incorporación a una vida normal debería ser gradual.  Mientras tanto, los periodistas esperan obtener alguna información, apostados en la acera de la clínica donde Maradona se encuentra hospitalizado, en la cual los fanáticos siguen colocando carteles y velas encendidas, pero no con la intensidad con que lo habían hecho semanas atrás.

Sin visitas de amigos, y por momentos acompañado de su madre Doña Tota,  su esposa Claudia Villafañe (en trámites de divorcio), sus hijas Dalma (17) y Gianina (14) y de  los médicos. Maradona está aislado de su famoso entorno en la habitación 407 de la sala de cuidados intensivos, custodiado por 17 personas.

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Su familia buscó, en las últimas 24 horas, un lugar que acepte a  Maradona, pero había sido rechazado en cinco centros.  La fuente indicó, asimismo, que la familia decidió suspender la fiesta de 15 años de Gianina, la hija menor de Maradona, cuyo aniversario es el 21 de mayo.

También los abogados realizan gestiones para suspender los compromisos que el Diez había firmado con medios de televisión de Italia, que incluyen, según  las fuentes, indemnizaciones por incumplimiento.