En su esbelta figura no se nota todavía el vientre abultado, pero su rostro resalta un brillo especial que delata su estado.

Diana, hija y futura madre, pasará este domingo con su mamá, con quien habita en la ciudadela Sauces IV, al norte de Guayaquil.

Según esta joven que vende útiles escolares en una isla de un centro comercial de la ciudad, el festejo del Día de la  Madre no debe encasillarse en un día al año, ni estar llena de obsequios materiales.

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“Para ese ser que nos dio la vida y que se ha desvelado por nosotros la celebración debe ser emotiva y a diario con una muestra de nuestras buenas acciones”, señala.

Considera que la fecha debe profundizar en lo sentimental y no ser tan comercial. “Estamos llenos de promociones en compras por determinados artículos, pero está comprobado que para una madre siempre cuenta más la parte espiritual”.

El último regalo que Diana hizo a su madre en su día fue un ramo de rosas y una cena. Pero hasta el jueves pasado todavía no sabía qué detalle le iba a obsequiar.

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“Lo importante es estar con ella y demostrarle siempre cuánto la quiero”, indica. “Es el mismo apoyo que yo quiero para mí como futura mamá”, agrega.