Dos centrocampistas del Botafogo destruyeron ayer los trofeos que atesora el club en su modesto estadio en represalia por el retraso de tres meses en el pago de salarios para la plantilla.

Armados con una barra de hierro y un madero, Souza y Ricardo destruyeron vidrios y estantes en la sala de trofeos. El Botafogo, de la segunda división, afronta en el 2004 la más aguda crisis económica de su historia.