El Maestro Internacional (MI) ecuatoriano, Plinio Pazos, espera repetir su triunfo del año pasado en el Memorial Capablanca de La Habana y elogió el relanzamiento del ajedrez en su país en busca de una mejor ubicación internacional.
 
Pazos, que se desempeña en el grupo Mixto de la competición junto a otros 10 maestros, lamentó, asimismo, la ausencia de última hora en esta cita ajedrecística de su amigo, el Gran Maestro (GM) peruano Julio Ernesto Granda, "por razones personales". 
 
Granda, que nació hace 44 años en Riobamba, pero que se considera un "quiteño" por vivir en la capital desde los nueve meses hizo tablas en la primera jornada del torneo con su similar puertorriqueño Juan Santa Torres.
 
"Mi aspiración particular en este torneo es tratar de recuperar un poco la puntuación internacional que he perdido en los últimos tiempos", dijo hoy a Efe Pazos, en el complejo hotelero capitalino Tritón-Neptuno, sede de la competición.
 
Recordó que a finales de año en Brasil "tuve una actuación muy mala", en el Panamericano y en otro torneo por invitación, pues ambos perdí 37 puntos de elo, debido a pequeños problemas personales que me impidieron la adecuada concentración".
 
"Ahora tengo un promedio de 2.353 puntos, y espero al menos subir 15 puntos en La Habana", señaló el jugador ecuatoriano.
 
Rememoró que en la pasada edición comenzó "un poco flojo" con cuatro tablas, "pero luego gané unas cuantas y tuve la oportunidad de terminar en el primer puesto en calidad de invicto", relató.
 
"Ojalá pueda terminar entre los dos o tres primeros lugares en esta ocasión, si se puede el primero, mejor, obviamente", apostilló Pazos, que es casado con la quiteña Paulina Cáceres, con quien tiene dos hijos.
 
"El Capablanca para mi es un torneo muy importante y siempre trato de reservar esas fechas para estar presente. Cuba para mi es muy importante, porque aquí hice las normas de MI entre 1983 y 1985, y además porque este es uno de los torneos más prestigiosos de Latinoamérica", aseguró.
 
"Vengo a Cuba desde 1979, esta es mi décimo quinta ocasión 15 ocasión, y me siento como en casa, y además tengo la posibilidad de departir con muchos amigos que vienen  de otras partes", sentenció.
 
Plinio Pazos dijo a Efe que en su país, "como en la mayoría" de los latinoamericanos, "no se puede vivir jugando ajedrez", por lo que se ha visto obligado, además de jugar, ejercer como profesor en varios sitios y en su recién abierta academia particular.
 
Por otra parte, el ajedrecista ecuatoriano dijo que en los últimos cinco o seis años se aprecia una mayor preocupación de las autoridades por el desarrollo del "juego ciencia".
 
"Antes "teníamos un déficit de actividad ajedrecística increíble", y que "solo teníamos puntuación internacional unos 8 o 10 jugadores", refirió.
 
Señaló que desde que se introdujeron cambios en la dirección en la federación local, que preside Eduardo Mieles, se disputan muchos torneos, con lo se empezó a incrementar el numero de jugadores con puntuación internacional y ahora son casi 200.
 
"Las medidas que se están poniendo en práctica podrían indudablemente relanzar internacionalmente el ajedrez en Ecuador, donde este deporte está siendo cada vez mas conocido y apoyado", pronosticó.
 
Pazos, que dijo haber aprendido a mover las piezas del ajedrez a los cinco años, lamentó la ausencia en el memorial Capablanca de su amigo,al GM peruano, Julio Ernesto Granda.
 
"A todos nos dolió mucho que no estuviera aquí con nosotros. Tengo una buena amistad con él y siempre lo he admirado por su juego y talento, a pesar de no tener una preparación teórica pero sabe batirse en todas las etapas de la partida, y es un luchador nato", apuntó.
 
"Es una lastima, el año pasado jugó un torneo muy bueno y ganó la cita en forma clara, supe que tenia algún problema personal y que no podía venir. Es realmente una pérdida para la competición", aseveró.
 
Un total de 53 jugadores de España, Ecuador, Argentina, Puerto Rico, Costa Rica, Venezuela, México, Brasil, Portugal, Alemania, Canadá y Cuba compiten en esta cita, que se realiza anualmente en recordación del cubano José Raúl Capablanca, campeón mundial entre 1921 y 1927.