Una escalada de la violencia en Iraq dejó este jueves 47 muertos tras el estallido de un coche bomba en el cuartel estadounidense en Bagdad y combates en Nayaf, el mismo día que se divulgaron más fotos de abusos por parte de soldados de Estados Unidos.
 
En Nayaf, donde las fuerzas estadounidenses rodean a los hombres del clérigo chiíta Moqtada al-Sadr, se desataron duras batallas, que incluyeron disparos de morteros. El ejército estadounidense dijo que mató a 41 combatientes de la resistencia iraquí y que tomó la oficina del gobernador en las afueras de la ciudad.
 
Grandes columnas de humo se veían sobre un cementerio en las afueras de Nayaf, mientras los helicópteros estadounidenses sobrevolaban a baja altura sobre el área.
 
En Bagdad, un atacante suicida en un coche bomba mató a cinco iraquíes y a un soldado estadounidense en una entrada del cuartel estadounidense en Bagdad.
 
El coche bomba hirió a 23 iraquíes y a otros dos soldados estadounidenses en un punto de control de acceso a la llamada "Zona Verde", dijo un portavoz militar.
 
Una declaración que presuntamente fue escrita por un grupo dirigido por Abu Musab al-Zarqawi, un líder de Al Qaeda, se atribuyó la responsabilidad del ataque.
 
El ataque tuvo lugar el mismo día que se conocieron nuevas fotografías de vejaciones de militares estadounidenses sobre prisioneros en Irak y pocas horas después de que el presidente George W. Bush tratara de aplacar la furia de los musulmanes por el escándalo de los abusos de prisioneros.
 
El periódico The Washington Post fue el que publicó las nuevas imágenes gráficas de prisioneros iraquíes, similares a las que mostró el programa de televisión "60 Minutes II" de la cadena CBS y que habían sido publicadas por la revista The New Yorker.   

Ataque en Bagdad
 
Un funcionario de la administración iraquí liderada por Estados Unidos dijo que el ataque de este jueves en Bagdad llevó la marca de Zarqawi, a quien las autoridades acusan de ser responsable de una serie de atentados con coches bomba en Iraq.
 
El funcionario dijo que la bomba contenía proyectiles de artillería y un tipo de explosivo que Zarqawi ha utilizado en el pasado.
 
"Fue típico: suicida, espectacular, simbólico", dijo el funcionario, para referirse al primer ataque grande con bomba en Bagdad desde el 17 de marzo, cuando un suicida estrelló un automóvil contra un hotel y provocó la muerte de siete personas.
 
El funcionario rehusó especular sobre la posibilidad de que el nuevo ataque esté relacionado con la reducción de las hostilidades en Faluya, una ciudad al oeste de Bagdad donde, según los funcionarios de Estados Unidos, han estado activos combatientes islámicos extranjeros vinculados con Al Qaeda.
 
El ataque suicida fue el último hecho de violencia en momentos en que Washington se esfuerza por lograr la aceptación de los iraquíes antes de devolverles la soberanía el 30 de junio.
 
El suicida, identificado como un árabe saudita en el presunto comunicado de Zarqawi, atacó justo cuando los iraquíes empleados por la administración hacían fila entre las paredes de concreto del punto de control para ir a trabajar en la zona fuertemente custodiada, que antes era un palacio de Saddam Hussein.
 
"Hubo una fuerte explosión. Hubo una enorme nube de polvo y todo se puso negro a mi alrededor", dijo Shihab Ahmed. "Vi muertos en automóviles alrededor de mí", agregó, mientras recordaba cómo le costó salir de su auto dañado. "Cada vez que hacemos esta fila, esperamos que pase algo".
 
Pocas horas antes, Bush había aparecido en dos estaciones árabes de televisión satelital para asegurarle al enfurecido mundo musulmán que serán castigados los soldados culpables de abusar de los prisioneros iraquíes en la prisión de Abu Ghraib, en las afueras de Bagdad.
 
El presidente no se disculpó explícitamente por el escándalo de los abusos, que se desataron cuando aparecieron la semana pasada las primeras fotos de prisioneros en las que se veía soldados vejando a prisioneros.
 
El Comité Internacional de la Cruz Roja (ICRC) dijo el jueves que había instado repetidamente a Estados Unidos para que adoptara "acciones correctivas" en la cárcel de Abu Ghraib.