Periodista deportivo de Diario EL COLOMBIANO

El rival de Barcelona es al momento el mejor club del balompié cafetero.

Hablar del Once Caldas, de Manizales, es hacerlo de uno de los equipos que está en moda hoy en el fútbol colombiano. No tiene los pergaminos y los títulos del América, Deportivo Cali y Atlético Nacional, pero en este momento está por encima de ellos en la tabla del balompié cafetero y en cuanto a la categoría de su nómina y organización administrativa.

Haberse convertido este año en el primer equipo colombiano clasificado para la segunda ronda de la Copa Toyota Libertadores no fue fruto del azar, sino de un proceso que comenzó en 1998 con el técnico Javier Álvarez y continuó desde el 2003 con el hoy estratega Luis Montoya, ambos antioqueños de nacimiento.

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“El blanco blanco de Manizales”, como lo llaman en Colombia por el color de su indumentaria, nació en 1941 con el nombre del Club Deportes Caldas, razón social con la que consiguió en 1950 su primer título en el país con una escuadra dirigida por Alfredo Cuezzo y en la que sobraban los jugadores argentinos, caso de Vitatutas, Tesori, Kerson, Padín, Ávila y Villalba.

En vez de abrir el camino a la gloria, esa estrella lo que hizo fue mandar al equipo de la región cafetera de Colombia al olvido, porque tuvieron que pasar 47 años para que el club, que también se ha llamado Cristal Caldas y Once Phillips, volviera a figurar. Claro que a partir de 1997 empezó a pisar tan fuerte en el país que ahora es uno de los equipos grandes de Colombia, aunque su nueva era se puede decir que empezó en 1986 con Francisco Pacho Maturana como técnico.

Su carrera al estrellato arrancó con el subcampeonato que alcanzó en 1998, bajo la orientación de Javier Álvarez, y la participación de baluartes como su arquero Juan Carlos Henao, los volantes Rubén Velásquez y Arnulfo Valentierra y los delanteros Edwin Congo (del Real Madrid de España y juega actualmente en el Levante de la segunda división ibérica) y el colombo-argentino Sergio Galván, quien con sus 171 tantos se marchó hace 20 días al MetroStars de Estados Unidos convertido en el máximo goleador del Once Caldas en toda su historia.

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Con esta base participó en 1999 en la Copa Libertadores de América sin pasar de la primera ronda, pero como el proceso siguió en el 2001 el conjunto de la ciudad de Manizales (distante a seis horas de Bogotá) se ubicó tercero en la liguilla colombiana y con eso logró el regreso a la Copa. De nuevo no pasó de la primera fase y se empezó a generar una medio crisis que terminó con la salida del estratega Álvarez, quien antes se había ido para la selección de Colombia.

Javier ya no hacía parte del club al igual que Congo y otros hombres, pero la dirigencia encabezada por su presidente Jairo Quintero no perdió la fe y reforzó el plantel que compite en el estadio Palogrande, con capacidad para 45.000 personas. Los dirigentes se la jugaron con Luis Fernando Montoya, técnico que había sacado subcampeón a Atlético Nacional en el 2002 y las resultados no podían ser mejores.

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Montoya aprovechó la consolidación de Henao, César Hernández, Velásquez, Elkin Soto y Galván y, luego de reforzar la nómina del plantel albo con el zaguero Édgar Cataño y el volante John Viáfara, conformó una escuadra de respeto. La prueba está en que el Once Caldas alcanzó en el torneo Apertura del 2003 la tercera estrella luego de 53 años de frustraciones y se clasificó para su tercera Copa Toyota Libertadores.

Si bien se fue Galván, la continuidad del grupo, reforzado con el delantero Herly Alcázar y el volante argentino Johnnatan Fabbro, le permitió al Once Caldas empezar a hacer historia en la Copa. No solo hace rato se convirtió en los equipos más sólidos deportiva y económicamente del país, sino que por primera vez accedió a la segunda fase de la Copa Libertadores y hoy día lidera el campeonato colombiano con una gran actuación, pues ha conseguido 29 puntos de 45 disputados, solo ha perdido cuatro partidos en el año y apenas ha recibido once goles en quince partidos.

Víctor Luna, hoy responsable del Barcelona ecuatoriano, se inició como técnico en el equipo de Manizales, donde los toros compiten fuertemente con el fútbol, y debe tener muy presente que en los octavos de final de la Copa no tendrán un rival cualquiera sino a un chico camino a ser grande y al equipo de moda en Colombia desde 1999.

CAFETEROS
VIAJE
El equipo colombiano, que tiene sede en Manizales y compite en su tercera Copa Libertadores, tenía previsto partir ayer de Bogotá. Su arribo a Guayaquil debía ser anoche.

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ELIMINÓ
En la primera fase de la Copa el Once Caldas superó a Maracaibo, de Venezuela; Vélez Sarsfield, de Argentina; y, Fénix, de Uruguay.