La Fiscalía General de Colombia, en medio de una tormenta de denuncias de corrupción en el organismo, informó este miércoles que ordenó capturar a un fiscal y antiguos funcionarios de la entidad, por favorecer a narcotraficantes y a miembros de grupos de paramilitares.
 
El máximo ente acusador de la justicia se intenta sacudir así de uno de los peores escándalos desde que fue creado por la Constitución de 1991, en el que ha sido señalado por antiguos funcionarios de la institución y por legisladores izquierdistas de haber sido permeado por bandas de traficantes de drogas y de paramilitares.
 
El Fiscal General, Luis Camilo Osorio, que ha emprendido una especie de "purga" en la institución despidiendo a muchos funcionarios de la entidad, ha rechazado enfáticamente esas acusaciones.
 
La decisión más notoria apunta al fiscal especializado de la suroccidental ciudad de Buga, José Quintero, contra quien se ordenó la captura para que declare por haber obstruido el proceso de confiscación de bienes de Lorena Henao Montoya, hermana de Arcángel Henao, uno de los más prominentes narcotraficantes del país, según las autoridades.
 
"Las investigaciones continuarán y en los próximos días se producirán otras decisiones tendientes a desarticular el emporio financiero de los Henao Montoya y demás organizaciones de narcotraficantes", indicó un comunicado de prensa de la Fiscalía.
 
Se vincula a procesos judiciales a seis antiguos miembros de la Fiscalía General, una abogada litigante, una contadora y una mujer que prestó su nombre para la expedición de documentos públicos espúreos, en conexión con el Cartel del Norte del Valle, del que Henao es uno de sus miembros.
 
Henao está actualmente bajo arresto en Estados Unidos, luego de que fue capturado en Panamá.
 
Apoyada por Estados Unidos, Colombia está emprendiendo una masiva campaña de confiscación de bienes de narcotraficantes, guerrilleros izquierdistas y paramilitares, dentro de su estrategia para acabar con esos grupos, los cuales alimentan un sangriento conflicto armado de casi cuatro décadas.
 
Después de la desarticulación del Cartel de Cali que lideraban los hermanos Rodríguez Orejuela, actualmente tras las rejas, pequeños grupos de traficantes proliferaron en la región del norte del Valle del Cauca, en el suroccidente del país.
 
Estados Unidos considera a Colombia como el mayor abastecedor de cocaína en el mundo, con unas 580 toneladas anuales, y uno de los mayores de heroína.