La violencia volvió al conflictivo departamento  colombiano de Arauca (este), donde un taxi cargado de explosivos mató la  víspera a tres personas -entre ellas a un niño-, y dejó 38 heridos, en un acto  atribuido por las autoridades a la guerrilla de las FARC. 
 
"Tenemos el reporte de tres personas muertas y todavía hay seis heridos  graves", dijo este miércoles el director de la Policía, general Jorge Daniel  Castro, al revelar que miembros de las FARC explotaron el vehículo frente a un  supermercado cuyos dueños se negaron a pagar una extorsión. 
 
Castro indicó que tras la explosión murieron un niño de 8 años y un adulto  de 28. Una mujer, de 36, que resultó herido murió cuando era transportada en  helicóptero hasta el hospital Militar en Bogotá. 
 
El vehículo, cargado con unos 80 kilos del explosivo anfo (nitrato de  amonio), estalló a las 17h45 locales (22h45 GMT) del martes, a pocos metros del  parque central de la población de Tame y frente a varios establecimientos  comerciales, donde la explosión causó serios destrozos y algunos daños en  viviendas aledañas. 
 
Tropas del Ejército y agentes policiales establecieron varios cordones de  seguridad en la población mientras descartaban la presencia de otros artefactos  explosivos. Fueron detenidos 30 sospechosos de haber participado en el  atentado. 
 
Al condenar el hecho, el ministro de Defensa, Jorge Alberto Uribe, lo  calificó de "muy doloroso" y "de una verdadera tragedia nacional" la explosión  del coche-bomba y dijo que ello evidencia que a las FARC "no les importa si las  víctimas son niños, ancianos, civiles o militares". 
 
Tras el atentado, el ministro de Protección Social, Diego Palacio, se  trasladó hasta el lugar para supervisar la atención a la población afectada.  "De los 38 heridos, nueve permanecen hospitalizados debido a su gravedad", dijo  Palacio. 
 
Las amenazas contra los dueños del supermercado "La Catorce" fue  corroborada por el comandante de la XVIII Brigada del Ejército, general Gustavo  Matamoros, quien dijo que se estableció una recompensa de 50 millones de pesos  (20.000 dólares) a quien suministre información sobre los autores del  atentado. 
 
Julio Acosta gobernador de Arauca, departamento fronterizo con Arauca,  calificó el hecho como "terrorífico" y dijo que "son coletazos de grupos  terroristas contra gente inocente que se negó a pagar una extorsión". 
 
Acosta presidió el jueves pasado un consejo de seguridad en ese municipio,  una de las poblaciones más afectadas por los atentados de la guerrilla. 
 
Arauca es uno de los departamentos más conflictivos de Colombia, por la  presencia de las guerrillas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia  (FARC), el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y de paramilitares de extrema  derecha, que se disputan su control. 
 
El gobierno del presidente Alvaro Uribe ha hecho un gran esfuerzo para  devolver la seguridad a esta región petrolera, donde habitan 300.000 personas. 
 
El 20 de abril Amnistía Internacional (AI) denunció que el gobierno de  Uribe ha convertido a Arauca en un "violento laboratorio de guerra" 
 
Las autoridades militares y policiales han alertado a la población  colombiana de una posible ola de atentados de las FARC -principal guerrilla,  con 17.000 combatientes-, por la conmemoración este mes de sus 40 años de  fundación.