Calapucha y sus colaboradores ejercían su administración en las oficinas del Ecorae, en la ciudad de Puyo, desde agosto del año pasado, a raíz de su expulsión de la cabecera cantonal Arajuno, cuando la mayoría de concejales decidió destituirlo.

Calapucha dijo que no puede ingresar a Arajuno por no tener garantías, pues a su vivienda la quemaron, por tanto decidió trasladarse a Curaray (35 minutos de vuelo  desde Shell). 

Entre tanto, en la cabecera cantonal se mantiene un resguardo policial con 20 efectivos que custodian la zona para que no se produzcan nuevamente  hechos violentos como los ocurridos en marzo pasado, cuando hubo enfrentamientos y se quemaron varias viviendas, entre ellas la de Calapucha.

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