Segundo Ruiz talla especies de Galápagos en madera

Artesano hace muebles y esculturas con figuras características del archipiélago.

La mesa tiene como base varias figuras entrelazadas, talladas en cedro. Una mujer con cabeza de tortuga permanece bajo un asno y tiene entre sus piernas la cara de un hombre. Decenas de anguilas (peces en forma de culebra) están enroscadas en el cuerpo de la dama. Segundo Quiroz Zúñiga, autor del tallado, lo bautizó con el nombre de El pecado, por pedido de un diputado de Galápagos cuyo nombre no reveló.

Esta es una de las cientos de obras que Ruiz ha tallado en el lapso de una década. Sus trabajos –dice él– están en los hogares de personajes políticos, empresarios y comerciantes de Ecuador y el extranjero.

El artesano, de 31 años, llegó a Puerto Ayora desde Cuenca, en 1990. Trató de establecer un taller de joyas, su profesión inicial en Chordeleg (Azuay), pero no encontró clientes. Entonces empezó a tallar figuras en troncos y raíces de árboles nativos de las Galápagos. Para dar identidad a sus obras decidió que estas tengan formas de especies características de las islas, reconocidas por la Unesco como Patrimonio Natural de la Humanidad por su flora y fauna únicas.

Cada mesa, cama, aparador, peinadora, cómoda u otro tipo de mueble tiene formas de tortugas, albatros, pelícanos, mantarrayas, lobos marinos, ballenas, delfines, tiburones, pepinos de mar, langostas.

El año pasado, en una exposición realizada en Guayaquil  denominada Arte al aire libre, ganó el primer premio de  3.000 dólares con la obra Los sonidos del silencio, una mezcla de camarón, langosta y hormiga.

“Poco a poco aprendí. Deseo expresar la riqueza de Galápagos mediante el surrealismo, que es intercalar la fantasía con la realidad”, afirma Ortiz.

Destaca que lo suyo es arte, cultura y conservación. “Quiero decir con cada trabajo que Galápagos es rico en especies, pero si hay depredación podría afectar y el turismo ausentarse”, dice.

Los diseños son únicos, nunca se repiten porque las raíces o los troncos tienen formas distintas. “Nadie toma en cuenta las raíces de los árboles, lo que yo hago es recogerlas y afinar las formas, nada más”, expresa el artesano mientras muestra un depósito de raíces y troncos en el patio de su casa, en el sector Pampas Coloradas de Puerto Ayora.

La materia prima la trae desde la parte alta de la isla Santa Cruz y deja que se seque en la sombra. Meses después, Ruiz, con apoyo de Edy Reina, guayaquileño radicado en las islas hace una década, comienza el tallado. Sus herramientas son casi cien cinceles de todo tamaño, martillos y lijas. Los acabados son naturales, nada de pintura, solo sellador para que la madera brille.

El tallado de una obra demora en promedio cuatro meses. En su taller está por terminar una mesa sostenida por figuras de fragatas, pelícanos y piqueros sobre un nido. Una cama de tres plazas tiene como base la figura de un caparazón de tortuga y está bordeada por cabezas de tortuga, lobo marino, pelícano y colas de ballena. Esta obra cuesta  3.000 dólares  y la encargó el ex gobernador del Guayas Oswaldo Molestina para su casa de Puerto Ayora.

Ruiz siente orgullo porque algunas de sus obras las vendió a un millonario estadounidense de apellido McDonald y a un ministro alemán.

Su objetivo es realizar exposiciones en Guayaquil y Quito. “Solo quiero que me den un local para mostrar mi arte y no huir de mi país como lo hizo toda mi familia”, expresa.

ESCULTURAS
TALLER
Un galpón de madera sirve de taller para que Segundo Ruiz y su ayudante Edy Reina den forma a las raíces.  Las jornadas diarias de trabajo se extienden hasta por catorce horas, cuando debe entregar algún trabajo especial. Hay figuras que toman hasta nueve meses de labor para su acabado.

LOCAL
En la avenida Charles Darwin, de Puerto Ayora, a pocos metros del Municipio de Santa Cruz, Ruiz mantiene un local donde oferta algunas de sus obras. En este atiende su esposa, Zoila Reinoso.

PRECIOS
Una cama tallada con figuras de Galápagos cuesta entre $ 2.000 y $ 3.000; una mesa con aquellas figuras, entre $ 600 y $ 1.200; un lobo marino de adorno o una tortuga, desde $ 100 a $ 500, según el tamaño.

A Ruiz se lo puede contactar al teléfono (05) 252-7090.