Los adolescentes gordos muestran mayores probabilidades que sus pares de peso normal de ser víctimas de abusos y de cometerlos ellos mismos, según un estudio que confirma que la obesidad afecta la salud psíquica además de física.

El estudio con 5.749 jóvenes canadienses confirma los resultados de investigaciones británicas. En una investigación estadounidense el año pasado, niños obesos dijeron que su calidad de vida era tan baja como la de los pacientes de cáncer debido a las burlas y los padecimientos asociados con el exceso de peso.

Aunque no sorprenden, dado el estigma que acompaña al sobrepeso, las nuevas conclusiones ponen de manifiesto la importancia de los maestros y las escuelas en la lucha para prevenir o tratar la obesidad en los niños, dijo el autor principal Ian Janssen.

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Cualquiera que haya estado en un patio de recreo sabe que los niños gordos están entre las víctimas de los matoncitos, y en algunos casos esto los lleva a convertirse en matones a su vez.

Janssen dijo que las tasas de obesidad entre los niños canadienses se triplicaron entre las décadas del 80 y la del 90, y no muestran señales de disminuir. Las tasas son similares a las de Estados Unidos, donde el 15% de niños en edad escolar son obesos. La salud psíquica sufre tanto como la física, dicen los investigadores.