Un grupo de moradores expone preocupaciones sobre lo acontecido en los terrenos  de esta cooperativa.

Una de las personas que se considera afectada por los desalojos realizados por el Municipio porteño el año pasado en la Fragata es Grace Alcívar (57). Ella mostró un papel donde consta que pagó $ 25 como abono por un solar que compró a la cooperativa Fragata Limitada.

Trabaja lavando ropa y asegura que la desalojaron de la propiedad donde vivió cinco años. Ella recuerda que la sacaron de su casa y le tiraron sus cosas a la calle. Ahora vive con una de sus hijas porque no fue reubicada. Explica que le dijeron que no constaba como propietaria de ese solar.

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“Yo le voy a contar la verdad de lo que pasa aquí”, dice Édison Guerrero. Afirma que vive hace quince años en el lugar. Relata que junto a su familia, compuesta por su padre y once hermanos, compró once solares hace ocho años al abogado Lucho López en representación de la Fragata.

Guerrero culpa a  Julio Simisterra como la persona que se dedica a vender terrenos que están dentro de los límites de lo que será el parque lineal. “Esas personas fueron desalojadas y reubicadas en los terrenos de los verdaderos propietarios a quienes botaron. Metieron preso a mi papá, a una tía y a mí, solo porque defendimos lo nuestro”, acotó.

Dugley Nazareno (41), nacido en San Lorenzo, Esmeraldas, expresa que vive en la Fragata desde hace 23 años, primero como guardián y luego como propietario de la villa Nº 10 ubicada en la Mz. 6 A. Explica que su predio fue catastrado en octubre del 2000 y que no es un invasor.

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Dolores Pilligua (32) compró junto a su esposo en 1987 un terreno ubicado en la Mz. 46 C. Afirma que hace un mes aproximadamente fue notificada por funcionarios municipales a los que ella identifica como Doris Barragán y el Ing. Reyes, que debía desalojar el terreno porque se encuentra sobre un ducto de aguas servidas. Alega que está ubicada a 6 y 8 metros del ducto.

Nora Pazmiño (41) reconoce que tiene once años viviendo en el solar 1 de la Mz. 46 A. Durante ese tiempo dice desconocer de trabajo municipal en el sector. Agrega que desde enero del 2004 personal del Municipio ha cometido algunos excesos contra los vecinos. Dice que ha recibido amenazas de desalojo si no reduce su terreno de 10x20 a 8x15 metros. Eso lo hacen con la finalidad de reubicar a otros en los terrenos reducidos.

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Luis Pérez Merino, director municipal de Urbanismo, Avalúos y Registros, refirió que los invasores son los que le venden a la gente en la Fragata. Confirmó que el alcalde dispuso la reubicación de los afectados en terrenos municipales y que luego se los legalice. “Nosotros no pactamos con invasores, nosotros trabajamos con la comunidad que ha sido perjudicada por los invasores para reubicarlos; el invasor se va a la cárcel”, dijo.

Admite que se ha reducido el tamaño de algunos terrenos. “Hemos tratado de respetar lo que ya está; en forma más perenne. Lo que se ha tumbado son casas de caña”, expresó el funcionario.