La calma retornó ayer a Tilali, pueblo del altiplano peruano, luego de que los pobladores liberaron a cinco regidores que tenían como rehenes, y tras la suspensión por un año del alcalde Melecio Larico.

Hace una semana, un levantamiento de indígenas aymaras en Ilave, frontera con Bolivia, provocó el linchamiento del alcalde Cirilo Robles, acusado de corrupción.