Diego Maradona se acercó ayer a la puerta de la casa de campo en la que se aloja, tras haber estado ingresado en una clínica por una infección pulmonar, y saludó a los presentes, entre los que se encontraban vecinos y periodistas.

En tanto, Diego Maradona padre, internado desde el viernes pasado en una clínica de la ciudad de Buenos Aires por un cuadro infeccioso bronquial y pulmonar agudo, mejora su estado de salud, dijo ayer en un comunicado la institución en la que se encuentra.

“Gracias por venir”, dijo a la puerta de la casa de campo un sonriente Maradona, quien manejaba un carrito de golf en compañía de su médico Alfredo Cahe y otra persona.

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Tras su breve comunicación con los presentes en la entrada de la casa de campo, Pelusa, abrigado con una gruesa campera, saludó con su mano izquierda y desapareció con la misma rapidez con la que había llegado al lugar.

En la noche del viernes pasado, en una entrevista televisiva con la conductora Susana Giménez, que se emitió por Telefé, dijo que quiere seguir viviendo y viajar por el mundo, y pidió que el público no lo olvide.

El ex jugador llegó a Buenos Aires el 22 de marzo proveniente de Cuba, donde reside desde el año 2000, y fue internado el 18 de abril con una infección pulmonar por la que debió permanecer durante una semana asistido por un respirador artificial.