Es importante que cada propietario del automotor observe el color de la gasolina que está comprando, la cual deberá ser de color amarillo cuando se trata de gasolina súper, y verde cuando esta sea de tipo extra.
Se ha denunciado que ciertas gasolineras adulteran la calidad y cantidad del combustible que expenden; y claro, los resultados son evidentes, como el constante “golpeteo” o “cascabeleo” de las válvulas de compresión del carro, lo cual resta potencia y ocasiona daños irreversibles al motor y al medio ambiente.
La adulteración se da al mezclarse la gasolina súper con extra, alcohol, e inclusive con diésel o aceites; los clientes que adquieren súper suelen ser de esa manera estafados por doble partida: por el robo intencional de ciertos gasolineros ávidos de enriquecerse vorazmente, y por el daño del motor  del vehículo, acortándose la vida útil del mismo.

Ojalá algún ente regulador sancione con dureza a los expendedores de gasolina que de esa manera cometen delito en sus “negocios”, y los obliguen a pagar una indemnización a los propietarios de los automotores dañados.

Manuel Enrique Chalén Ángel
Guayaquil

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