Mientras los nuevos miembros de la Unión Europea celebran su incorporación al grupo, los países no admitidos contemplan los festejos desde sus fronteras y se preguntan si algún día entrarán al exclusivo club europeo de naciones prósperas y estables.

Una amplia gama de países, desde Bielorrusia y Rusia en el norte, hasta Albania en el sur, consideran que su relativa pobreza y su condición de excluidos de la UE se han redoblado con el avance hacia el este de las fronteras de la Unión.

Croacia y Rumania tienen la posibilidad de entrar a la UE en los próximos años, pero otros países, afectados por problemas económicos y preocupaciones internacionales acerca de los derechos humanos, solo pueden soñar con cumplir los requerimientos de reformas económicas y políticas.

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El mandatario ucraniano Leonid Kuchma, que preside una de las mayores naciones excluidas, acusó a la UE de erigir una nueva muralla para reemplazar las que fueron derribadas al concluir la guerra fría a fines de la década de 1980 y principios de la siguiente.

“Consideramos una injusticia histórica que estemos fuera de este sistema”, dijo esta semana en una cumbre realizada en Varsovia. “No pedimos caridad, estamos simplemente anunciando a Europa que hay un país llamado Ucrania”.

La lista de espera incluye a Croacia y Macedonia, dos ex repúblicas yugoslavas, así como a Rumania y Bulgaria, dos ex satélites soviéticos. Estos países podrían ser admitidos en el 2007.

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Turquía espera una decisión sobre si podrá iniciar negociaciones con la UE.

En los Balcanes, otros dos estados surgidos de la desintegración de Yugoslavia, Serbia y Montenegro, e incluso la empobrecida Albania, podrían teóricamente solicitar su admisión en un futuro no lejano.

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Rusia en cambio ha descartado toda posibilidad de entrar a la UE, y naciones del Cáucaso como Georgia y Armenia, consideradas por Moscú como pertenecientes a su esfera de influencia, tienen por tanto escasas probabilidades de ser admitidas.

El comisionado de expansión de la UE, Guenter Verheugen, que también asistió a la cumbre económica europea, dijo que “la entrada de los países de Europa oriental Rusia, Bielorrusia, Moldavia y Ucrania, no figuran en nuestra agenda”.