La ciudad de Suzhou, uno de los destinos turísticos más famosos de China y apodada "la Venecia de Oriente" desde los tiempos de Marco Polo, sufre el mismo problema que su "hermana" italiana: se está hundiendo en el suelo sobre el que está emplazada.
 
Los últimos estudios de la Oficina Sismológica de China revelan que desde los años 50 del siglo pasado el nivel del suelo de Suzhou ha bajado un metro y medio, mientras que la ciudad italiana se hundió 24 centímetros en el siglo XX.
 
Además, la velocidad de hundimiento de Suzhou, situada en el delta del Yangtse, aumenta con el tiempo y es actualmente de casi 10 centímetros por año, por lo que sólo entre 1994 y 1996 la ciudad se hundió tanto o más de lo que Venecia lo hizo en todo un siglo.
 
El descenso de nivel de suelo en el delta del Yangtse, el tercer río más largo del mundo, está afectando gravemente a esta ciudad, cuya belleza ya fue admirada por el veneciano Marco Polo en el siglo XIII, en su célebre viaje de 20 años por China.
 
Estos problemas han obligado ya al desalojo de 30 familias en la cercana Huangdai y, según un responsable del citado instituto sismológico, Yin Shilin, habrá más recolocaciones en el futuro si el problema no se ataja.
 
Según los responsables medioambientales de la región, una de las más avanzadas económicamente de China, la principal causa del hundimiento es precisamente el excesivo desarrollo de la zona, en la que multitud de empresas chinas y extranjeras han establecido sus plantas de producción en los últimos 20 años.
 
"La contaminación del agua de la zona movió a muchos habitantes locales a buscar agua para el consumo en nuevos acuíferos subterráneos, lo que ha aumentado el ritmo de hundimiento del suelo", destacó Yin.
 
El problema es especialmente evidente cuando llueve en la región y los canales y ríos de Suzhou y alrededores se desbordan inundando las calles, según el experto.
 
Suzhou, uno de los principales centros de producción de seda de China, es una de las ciudades más antiguas del país, con 2.500 años de historia, y es especialmente célebre por sus jardines, considerados los más bellos de la nación asiática (hace tres siglos llegó a tener más de cien).
 
Aunque el desarrollo comercial e industrial de los últimos años ha acabado con mucho del encanto de la ciudad, los chinos siguen repitiendo un refrán alusivo a la belleza de la localidad: "en el cielo está el paraíso, en la Tierra están Suzhou y Hangzhou" (la segunda es otro famoso lugar de la cuenca del Yangtse).
 
Suzhou ya era célebre por sus encantos "paradisíacos" en 1276, cuando fue visitada por Marco Polo, viajero que la definió como "grande y noble".
 
Está surcada por seis canales en dirección norte-sur y 14 este-oeste, los que le dan el apodo de la Venecia china, aunque los entendidos en viajes consideran que para ver belleza similar a la veneciana es mejor ir a otras localidades cercanas, como Zhouzhuang o Tongli.
 
El hundimiento de Suzhou se aprecia en el monumento más famoso de la ciudad, una pagoda que hay en la cumbre de la Colina del Tigre, ya que el movimiento del suelo en los últimos 400 años ha producido que la parte más alta del de la torre esté desplazada dos metros con respecto a la posición que tenía originalmente.
 
El problema no es sólo exclusivo de Suzhou, pues otras ciudades del delta, como Wuxi, Changzhou o la misma Shanghai se están hundiendo año tras año, aunque en el caso shanghainés se cree que la causa es el exceso de construcción de rascacielos.
 
Otras zonas costeras de China, como Tianjin, el principal puerto del norte, o Zhuhai, vecina a Macao en la costa sur del país, también se hunden año tras año, según los expertos en Geología nacionales.
 
Los medios oficiales chinos informaron recientemente de que el hundimiento del suelo en Zhuhai, en el delta del Río de las Perlas, causó el derrumbamiento de cinco bloques de pisos en los suburbios de la localidad.