Hace sesenta días estuve  de paso por la ciudad de Guayaquil y leí en el periódico un anuncio publicitario de una “escuela de negocios” que decía (no textual, pero muy aproximado) que estudiar negocios con profesores que no son empresarios, es como querer aprender surf en Bolivia, lo cual resulta ofensivo e inexacto.

Soy un fanático del surf y comento que en épocas de fuertes vientos, llamados ‘nortes’, se forman interesantes olas en el lago Titicaca (Bolivia) que, sin ser tan grandes como las del océano, permiten prácticar surf con longboards.

Nuestra población indígena, a la que con orgullo pertenezco, resiste muy bien la temperatura del agua que bordea los 8 grados celsius, y demuestra su destreza en las olas, para el asombro de los turistas nacionales y extranjeros.

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Me sentí, como boliviano, ofendido por esa clase de publicidad que además de pretender hacer mofa de un país que tiene incluso Marina, demuestra total ignorancia y muy mal gusto al promocionar.

Marlon Quishpe
La Paz, Bolivia