La pestilencia se percibe en los alrededores de Flor de Bastión y Paraíso de la Flor, en el norte de Guayaquil, en donde se encuentra ubicado el botadero Las Iguanas.

Los moradores de estos sectores se quejan de que la basura que se acumula emana olores insoportables durante todo el día, sobre todo en las horas de la comida y en las noches, cuando se torna insoportable.

Jacinto Loor, quien trabaja como cerrajero en un taller situado en la zona, indica que “hay momentos en que no se puede respirar, porque siente que los hedores lo marean y le provocan ahogamiento”.

Publicidad

Pero los más perjudicados, según Luis Baltasar, son sus dos hijos, quienes están enfermos con mareos, vómitos y hasta fiebre alta. 

Otro habitante, que prefirió no identificarse, sostuvo que el problema lo generan las personas que se dedican a chambear (buscar objetos de valor en la basura).

Dijo que esta actividad retrasa el proceso de tratamiento de la basura, pues los desperdicios no los queman o tapan a tiempo, lo que provoca la exhalación por todo el vecindario de los malos olores.

Publicidad