Rafael Esteves, el abogado de las tres Dolores (Vélez, Briones y Guerra) indicó ayer que tanto los catorce policías sobreseídos (exculpados) definitivamente, como los seis que saldrán libres bajo fianza, “no pueden reintegrarse inmediatamente a las filas, hasta que el juez superior ratifique o niegue lo resuelto por el juez Luis Castro Saquicela”.

Esteves manifestó que al final de la providencia del pasado 26 de abril –cuando sobreseyó a 14 de los 20 policías involucrados en el operativo Fybeca, y dictó un auto motivado (llamamiento a juicio plenario) contra los otros seis–, el juez Castro Saquicela dispuso: “Consúltese los sobreseimientos (al pleno de la 2ª corte policial), hágase conocer a la autoridad judicial y administrativa de la Policía Nacional”.

El defensor indicó que solo el pleno de la corte podrá confirmar el sobreseimiento definitivo para que ese fallo quede ejecutoriado. “Cuando esté ejecutoriado pueden reintegrarse a sus repartos. Así lo dice la Ley de Personal de la Policía Nacional, respecto de los miembros de la institución que están en situación transitoria.

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Afectadas temen represalias
Dolores Vélez y Dolores Briones coincidieron ayer en manifestar su indignación ante la salida de los policías involucrados en la balacera que causó la muerte del mensajero de Fybeca, Guime Córdova Encalada, y del pastor evangélico Carlos Andrade Almeida. Dolores Guerra, la esposa del posible desaparecido, Johnny Gómez Balda, también protestó por lo que calificó de “un velo de impunidad ante dos delitos de lesa humanidad: el plagio y el asesinato”, de su cónyuge.

Vélez, Briones y Guerra temen que exista alguna represalia contra ellas una vez que los policías recuperen la libertad. Guerra indicó que teme por la vida de su hijo, Johnny, de 5 años. Reveló que a inicios de esta semana el niño fue fotografiado por dos mujeres desconocidas, cuando el chico salía de la escuela.