A Mauricio Pozo le basta el apoyo del Presidente. Las críticas de los grupos sociales y de algunos funcionarios del mismo Gobierno –advierte–, son parte del juego político en el que como ministro de Economía no deja de ser protagonista. La política y la economía van de la mano, dijo antes de su viaje a Washington, adonde retoma la negociación  con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Pregunta: Aunque el alza salarial no supere el techo presupuestado para este año (2.027 millones de dólares), ¿el Estado se gastará lo que tenía previsto ahorrar?
Respuesta: Sí, pero debe combinar la necesidad económica con equilibrar la distribución de ingresos.

P: ¿Habrá el alza en julio, pese a que aún no están listas las escalas salariales que ordena la Ley de Servicio Civil y Carrera Administrativa?
R: Trataremos de lograrlo hasta esa fecha. Estamos en proceso de aprobación, pero el trabajo ya está hecho. (Saca de su escritorio una presentación y explica). En el servicio civil, el que menos gane estará en 302 dólares, el que más gane, en 899. Esto no es para quienes se amparan en el Código del Trabajo o en leyes especiales.

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P: ¿Y el presidente volverá a ganar 8.000 dólares?
R: Sí, ese es el valor máximo que se ha planteado. Estamos en la revisión de esos valores.

P: ¿Existe el riesgo de que el alza supere la masa salarial?
R: Primero, no están los profesores ni los salubristas sindicalizados; segundo, es para los que menos ganan; y tercero, es para un semestre, no para todo el 2004.

P: Pero la gente tiene expectativas más optimistas...
R: He dicho que no se esperen grandes ajustes. Tiene que ser un aumento de acuerdo con la realidad del país.

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P: ¿El alza irá de la mano con la inflación que está en 3,9%?
R: Conceptualmente sí, pero hay sectores que podrán subir un poco más.

P: ¿La depuración del rol de pagos será suficiente para financiar el alza?
R: No solo es eso. Es no llenar las  vacantes, controlar horas extras...

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P: ¿También despidos?
R: No le llame despidos, son retiros voluntarios.

P: ¿Cree que habrá voluntarios para dejar sus trabajos?
R: Se pueden dar incentivos.

P: ¿Cuáles?
R: Veamos primero cuánto avanzamos en plata en la depuración del rol de pagos, horas extras, viajes, viáticos...

P: ¿Las exigencias del FMI chocan con las demandas políticas y sociales?
R: Hay una línea de conversación. Ahora todas la flechas van, de alguna manera, hacia el norte, pero si se pasa el límite, puede haber algunas que se vengan para atrás.

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P: Usted ha admitido presiones de funcionarios del Gobierno...
R: Claro. Por eso es que he participado en las decisiones del Frente Político, para tratar de vender la idea. El Presidente es consciente de eso y yo mantengo la línea de acción. De lo contrario ya me hubieran enviado (el FMI) un fax desde Washington a decirme que mejor conversamos en el 2008.

P: ¿Y les convenció a todos o solo al Presidente?
R: Vea, si le convenzo al Presidente es más que suficiente.