El ministro ecuatoriano de Economía y Finanzas,  Mauricio Pozo, calificó este jueves de "muy productiva" la reunión que mantuvo  esta semana con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para negociar un nuevo  acuerdo stand by que podría alcanzarse dentro "de dos meses". 
 
"Fue una reunión muy productiva y muy positiva", declaró a la AFP el  ministro, quien dijo haber notado "una gran apertura por parte del FMI". 
 
El director del FMI para América Latina, Anoop Singh, "nos ha expresado su  apertura, su disposión de lograr un acuerdo y para ello ya se concretó la  visita del FMI en dos semanas a Ecuador", agregó. 
 
"Estamos buscando un acuerdo precautorio, similar al que tiene Brasil o  Colombia y que busque pedir recursos si el Ecuador lo requiere", declaró el  ministro. 
 
El responsable ecuatoriano sostuvo que el proceso de negociación  "demandaría alrededor de unos dos meses" para lograr el nuevo acuerdo con el  FMI. 
 
El portavoz del Fondo, Tom Dawson, dijo, por su parte, que "Ecuador está  buscando un nuevo acuerdo stand by de 12 meses, que podría ser tratado como  precautorio, sin desembolso, y que otorgue parámetros para disciplina fiscal y  las reformas estructurales necesarias para un crecimiento sostenido en el  contexto de la dolarización". 
 
Pozo deseó que "el nuevo acuerdo contemple obviamente los elementos  económicos, pero no descuide la realidad política sobre todo para que se pueda  cumplir". 
 
Respecto al anterior acuerdo stand by, que concluyó en abril, el ministro  subrayó la necesidad de "hacer muchos cambios, porque queremos un acuerdo menos  extenso, mucho más concentrado en unos tres o cuatro temas básicos". 
 
El 21 de marzo de 2003, el FMI concedió un préstamo stand by por 205  millones de dólares para un año. 
 
El organismo crediticio entregó dos desembolsos de 42 millones de dólares  cada uno y suspendió la entrega del resto de los recursos debido al  incumplimiento ecuatoriano de varios compromisos como la contratación de  administradores internacionales para las telefónicas. 
 
Ante esa situación, Ecuador prefirió solicitar un nuevo acuerdo stand by  antes que pedir la ampliación del suscrito.