El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, firmó ayer una orden que contiene medidas de protección en caso de que el país caiga víctima de un ataque terrorista con armas químicas o biológicas.

La directiva contiene instrucciones para proteger los suministros de agua y alimentos y cómo reducir los riesgos en las defensas nacionales contra un ataque biológico.

Las autoridades estudiaron durante meses para identificar la vulnerabilidad nacional a los ataques con sustancias como el ántrax, viruela y la peste negra.

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Además, el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) aprobó por unanimidad una resolución para prevenir que armas químicas, biológicas y nucleares caigan en manos de terroristas.

El embajador de EE.UU., James Cunnhighan, impulsor de la resolución, subrayó que esta busca prevenir la no proliferación de estas armas, tal como lo mencionó el presidente Bush en septiembre pasado en la ONU.