Gran Bretaña, al responder críticas de más de 50 ex diplomáticos, insistió ayer en que ejerció su influencia sobre Washington y no apoyó las propuestas de Israel respaldadas por EE.UU.

En una carta firmada el lunes por 52 ex embajadores británicos, altos comisionados y gobernadores, el primer ministro, Tony Blair, fue instado a empezar a “dirigir” la política “condenada al fracaso” de EE.UU. en Oriente Medio o dejar de apoyarla.