Un total de 107 combatientes y cinco soldados murieron este miércoles en enfrentamientos entre jóvenes musulmanes y fuerzas de seguridad en el sur de Tailandia, dijo el general en jefe del Ejército, Chaiyasidh Shinawatra.
 
Bandas de jóvenes vestidos de negro y munidos con armas, espadas y machetes lanzaron ataques contra puestos de seguridad en la convulsionada región musulmana, que fue escenario de una rebelión separatista en las décadas de 1970 y 1980.
 
Las tres provincias más australes de Tailandia sufrieron una ola de tiroteos, bombas y ataques incendiarios desde un copamiento a un cuartel del ejército el 4 de enero.
 
La televisión local mostró a policías fuertemente armados y a las tropas tomando posiciones en áreas rurales, además de a soldados heridos cerca de la frontera con Malasia.
 
Pese a las drásticas medidas militares adoptadas en el sur del país, la violencia no ha cedido, llevando a los analistas a temer que la juventud de la región musulmana se convierta en terreno fértil para los simpatizantes de la red Al Qaeda liderada por Osama bin Laden.
 
El gobernador de Yala, una de las provincias afectadas, dijo que el nivel de coordinación de los ataques, ocurridos en la madrugada tailandesa, y la forma en que los agresores estaban armados sugería un fuerte nivel de entrenamiento entre los atacantes.
 
El primer ministro, que la semana próxima tiene previsto viajar a la convulsionada región, convocó a una reunión de emergencia de los funcionarios de seguridad.