Corea del Norte hizo nuevas solicitudes de ayuda y miles de trabajadores de ayuda llegaron con alimentos, medicinas y tiendas de campaña para las víctimas de la explosión ferroviaria de la semana pasada. 
 
Unas 370 víctimas continúan hospitalizadas, dos terceras partes de ellas menores de edad. Muchos presentan quemaduras graves y heridas en los ojos a consecuencia de la ola de calor, cristales y escombros, lanzada por la detonación, Muchos podrían perder la vista al menos en un ojo, dijo el doctor Eigil Sorensen, representante de la Organización Mundial de la Salud, quien visitó el lugar de la explosión y hospitales cercanos el martes. 
 
Mientas tanto, la muchas veces misteriosa Corea del Norte intensificó sus llamados de ayuda. Los daños a consecuencia de la explosión, similar a una causada por 100 bombas de una tonelada, fueron estimados en 356 millones de dólares, dijo la agencia oficial de noticias KCNA.
 
"Es horrible la pérdida humana y material", dijo la noche del martes. Los resultados de varias investigaciones indican que los alcances de los daños   se incrementan de forma inesperada. 
 
El saldo de muertos a consecuencia de la explosión del jueves continúa en 161, incluyendo 76 niños que se encontraban en una escuela que fue destruida. Más de 1.300 personas resultaron heridas, dijeron las agencias de ayuda. 
 
KCNA indicó que muchas víctimas quedaron   ciegas y sordas a consecuencia de la explosión ocurrida en Ryongchon, poblado con 130.000 habitantes cerca de la frontera con China, donde fueron destruidas unas 1.800 casas y más de 30 edificios públicos. Unos 20.000 elementos de rescate se encuentran en el lugar, indicó la agencia.