Informe de la Inspectoría General Policial

Tras nueve días de investigación (2 de diciembre), Vega concluyó que el mayor Eduardo González “tomó el mando, dirigió, y utilizó a personal especializado del Grupo de Intervención y Rescate (GIR) sin autorización alguna”.

El informe también concluyó que González no cumplió con los procedimientos operativos tradicionales porque “no se reportó con la central de radio patrulla ni registró su salida en la prevención de la Policía Judicial del Guayas”.

Además, Vega sostuvo que los gendarmes “violaron normas y procedimientos” por haber liberado a cuatro personas detenidas “pues era su obligación, identificados o no, ponerlos a órdenes de la autoridad correspondiente”.
Informe de criminalística

“Policía disparó contra cliente”

El cliente Carlos Andrade Almeida fue a comprar pañales para su hija y recibió once tiros, según el informe con el que el Departamento de Criminalística de la Policía Judicial del Guayas aportó a las investigaciones del caso Fybeca.

“Dos balas encontradas en el cadáver de Andrade salieron del subfusil Heckler and Koch, calibre 9 milímetros, utilizado por el cabo Walter Castillo Yaguana”, concluye este documento. Criminalística analizó 28 armas de fuego policiales –con sus respectivas municiones– y las de los seis fallecidos con antecedentes delictivos que intentaron asaltar la farmacia y fueron abatidos por los gendarmes.

Entre sus conclusiones, Criminalística refiere que ninguna de las balas halladas en el sitio del incidente –que fueron analizadas– salió de las armas que portaban los delincuentes.

Según Criminalística, no se estableció de qué arma salieron las balas halladas en el cadáver del mensajero de la farmacia, Guime Córdova Encalada, quien murió tras recibir cuatro disparos, uno de ellos en la nuca.

25 de noviembre del 2003

Informe de Veeduría (CCCC) 

“No hubo enfrentamiento”

El informe entregado por los delegados de la Veeduría de la Comisión del Control Cívico de la Corrupción (CCCC), el pasado 5 de febrero, sobre el operativo en la farmacia Fybeca reveló que “los hombres que allí fallecieron, con antecedentes delictivos o sin ellos, no sucumbieron en enfrentamientos, sino ante individuos predeterminados a eliminarlos”.

En las conclusiones se desprende que los policías erraron al disparar contra el cliente Carlos Andrade, a quien posteriormente colocaron una granada junto a su cuerpo, y al mensajero, Guime Córdova.

La veeduría relató que, según el informe de Criminalística, “las armas que la Policía aduce pertenecían a los pillos, no fueron disparadas” y que “la mayoría de las víctimas fueron baleadas por la espalda”.

Menciona que después del operativo  se mantuvo una reunión “por más de cuatro horas entre la Policía y empleados de Fybeca”, y que “se juzgan delitos menos graves, dejando en el limbo las desapariciones y ejecuciones extrajudiciales”.