La misa que se realizó ayer, a las 12h00, en la Catedral de Guayaquil, fue distinta.
El motivo: celebrar la beatificación de la misionera colombiana Laura Montoya Upegui, quien fundó en el año 1914 la congregación María Inmaculada y Santa María de Sena, más conocida como Las Lauritas.

La religiosa se caracterizó por evangelizar a los indígenas de su estado. El padre Roberto Pazmiño, quien ofició la misa, recordó que en 1940 la hermana Laura se entrevistó con el cardenal César Antonio Mosquera, para fundar quince comunidades en Ecuador. Así visitó otros lugares en 19 países del mundo. Actualmente, 143 religiosas laboran voluntariamente en las 19 casas comunales de Las Lauritas en Ecuador.

Acto
Antes del acto religioso, cinco indígenas otavaleñas preparaban las ofrendas. Estas eran: pan, legumbres, vino, flores y un cuadro de la hermana Laura. Otros tres alistaban sus instrumentos musicales que consistían en flautas y tambores. En medio de la organización el otavaleño Pedro Vásquez, un poco atemorizado, indicó que la comunidad le había enseñado a “Amar y servir a Dios”.

Publicidad

Confesó que hace unos cinco años, su conducta no era buena. “Pero con las hermanas he aprendido a orar y a vivir feliz”, agregó. Las Lauritas tienen actualmente el proyecto de crear una hospedería cerca de la academia Naval, donde tienen una sede, para recibir a los indígenas migrantes que “vienen más por la pobreza y por las ansias de mejorar la calidad de vida”. Ayer, a las 03h00 (hora de Ecuador), el papa Juan Pablo II proclamó en el Vaticano a la religiosa como beata.