Pese al aumento de la actividad volcánica desde noviembre del 2001, la población está tranquila.

En un cúmulo de rocas semicubiertas de nieve, a 5.000 metros de altura, son visibles dos antenas de menos de un metro de alto. En el piso están paneles solares y cajas semienterradas entre rocas y nieve. Los aparatos son dos de los once sismógrafos que el Instituto Geofísico utiliza para controlar la actividad del volcán Cotopaxi.

De 5.987 metros de altura, el Cotopaxi mantiene una reactivación en niveles moderados durante los últimos dos años y medio, según el Instituto Geofísico. “El volcán se mantuvo en calma por más de diez años, hasta noviembre del 2001.

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Desde ahí la actividad cambió, los eventos sísmicos se dan ahora hasta siete veces del nivel que mantenía hasta entonces”, detalla Liliana Troncoso, vulcanóloga del Geofísico.

Esa actividad se considera moderada, sin cambios drásticos. Actualmente la actividad sísmica se mantiene (según el control de la segunda semana de abril) en un promedio de 13,7 eventos diarios.

“Hay pérdida del casquete glaciar en la cumbre, eso no es efecto climático, es parte de las anomalías”, agrega Troncoso. Aquel deshielo lo ratifica Hugo Pérez, guía de montaña que constantemente dirige a andinistas hasta la cumbre. “Se ven fumarolas, hay olor a azufre y un deshielo en el cráter, pero eso se mantiene desde hace tiempo”, afirma.

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La vulcanóloga dice que por esas razones, el Instituto Geofísico vigila las 24 horas. “Si hay anomalías que indiquen cambios drásticos, estamos en capacidad de advertir a la población, pero por el momento no existe riesgo”, menciona.

La información de los once sismógrafos la procesa en tiempo real la central del Instituto Geofísico, en Quito. Además, se hacen estudios de temperaturas termales. Funciona también un inclinómetro (que mide las deformaciones del volcán).

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Los turistas llegan a diario, unos a las faldas, otros al refugio y algunos al cráter.
Si bien estos cambios pasan inadvertidos, siempre existe inquietud. Un trueno, producto de las lluvias en los alrededores, causó susto en algunos visitantes, el miércoles 14 de abril. Para los guías y visitantes, el Cotopaxi es un ‘león dormido’, que en algún momento despertará.

VOLCÁNICOS
Reactivación

Luego de diez años de pausa, el volcán Cotopaxi se reactivó en noviembre del 2001. En ese mes y en septiembre del 2003 alcanzó los niveles más altos de erupción.

Incremento de actividad

En la semana del 11 al 18 de abril, técnicos del Instituto Geofísico destacaron que la actividad sísmica es importante y mantuvo el nivel de la semana anterior, cuando se notó un incremento en el cráter.

Erupciones anteriores

Los estudios determinan que hizo 22 erupciones desde 1532, la última en 1904. Los flujos de lava se esparcen hacia el sur, a la provincia de Cotopaxi, por el río Cutuchi; al norte, a Pichincha, por el río Pita; y al Oriente, hacia Napo.