Deberían prohibir que  ciertos bares ubicados cerca de colegios y universidades simulen ser comedores y que expendan bebidas alcohólicas durante los días ordinarios, porque resulta que ciertos jóvenes se fugan de clases para dedicarse a consumir licor en estos locales.

Las autoridades como intendencias de Policía tienen que actuar pronto de manera enérgica para evitar la proliferación de esos establecimientos que se han convertido en verdaderos antros de corrupción, donde muchachos desorientados desperdician el tiempo atentando contra su salud y equivocan el camino correcto de prepararse sin vicios para triunfar en la vida.

Lcdo. Johnny Muñoz Lima
Guayaquil