Mañana, en el GP de San Marino, se recordará la muerte del tricampeón.

Hace diez años, el 1 de mayo de 1994, la muerte del piloto brasileño Ayrton Senna da Silva en el Gran Premio de San Marino, en Italia, sumió a la Fórmula 1 en unos de los días más sombríos de su historia y  cambió el destino del deporte.

La Fórmula 1 no sabía en ese momento que perdía a su campeón más emblemático y carismático, que en su infancia parecía no tener condiciones para  convertirse en un dios del volante, pues tenía problemas de coordinación. Además del inmenso vacío dejado por la muerte de  Magic, la más prestigiosa disciplina automovilística perdía también parte de  su alma. Desde ese momento, todo cambió en este deporte.

Publicidad

La presencia de Senna en un Gran Premio era garantía de imágenes fuertes y  grandes logros. El duelo entre él y Alain Prost quedó en la memoria de  todos los aficionados, más por la garra del brasileño, a quien su padre lo instaló a los 4 años al volante de un kart en  un intento por mejorar su torpeza. Algo irónico si se lo compara con la gracia de sus reflejos, la  precisión quirúrgica de su trayectoria, su sensibilidad mecánica y el control cibernético, que lo llevaron al estrellato en la Fórmula Uno.

En 1994, Senna peleaba con un Williams-Renault, un pura-sangre difícil de controlar. El triple campeón sospechaba, además, que el Benetton-Ford de Michael Schumacher no era  “reglamentario”, pero no lo revelaba abiertamente.

En Ímola, el brasileño alcanzó el récord aún vigente  de 65 poles en la que sería su última carrera, luego de 48 horas dramáticas  empañadas por el accidente de su “hermano menor” Rubens Barrichello, un día viernes, y la muerte del austriaco Roland Ratzenberger, al día siguiente.

Publicidad

El destino golpeó. ¿Quién sabe si sin ese funesto 1 de mayo, Michael  Schumacher hubiera conducido algún día para Ferrari? ¿Acaso Senna no debía unirse a la escudería a fines de 1995? De hecho, el brasileño se había jurado  terminar su carrera con los rojos.

Ayrton probablemente estaría hoy retirado de la Fórmula 1 y, a los 44  años, seguro se dedicaría a obras de caridad. Para su patrón en McLaren,  Ron Dennis, Magic estaría dando consuelo a los  desamparados en la Fundación que lleva su nombre y que dirige su hermana Viviana en Brasil.

Publicidad

En los circuitos, quizás, Schumacher y Ferrari no dominarían la F1. Pero Ímola tuvo su 1 de mayo de 1994 trágico. Y murió Ayrton Senna.

EN SAN MARINO
Tres victorias en Ímola
El triple campeón mundial brasileño de Fórmula Uno, Ayrton Senna, ganó tres veces en el circuito de Ímola, en el que perdió la vida al estrellarse a unos 320 kilómetros por hora contra el muro de la curva Tamburello.  Allí logró, a bordo de un McLaren Honda, 3 de sus 41 victorias en Grandes Premios de Fórmula Uno.

Sucedió en 1988, el año de su primer título, cuando ganó por delante de Alain Prost; un año después repitió el triunfo y en 1991.

Una foto en el Jordan-Ford
Una foto del triple campeón del mundo de Fórmula 1, Ayrton Senna, estaba pegada en un monoplaza del equipo Jordan-Frod que ayer hizo la sesión de entrenamientos en el circuito Enzo e Dino Ferrari.

Publicidad

‘Saudade’ (nostalgia) en la Minardi
La palabra Saudade (nostalgia, en portugués) se inscribió sobre los Minardi que competirán en Ímola. Eso será en memoria del piloto brasileño Ayrton  Senna.

“Los fallecimientos de Roland Ratzenberger y Ayrton Senna cambiaron para  siempre la cara de la Fórmula 1”, declaró Paul Stoddart, propietario de la escudería, y agregó: “Ese momento permanecerá como uno de los más trágicos de la historia del deporte y numerosas medidas de seguridad son el  resultado de lo que ocurrió aquel domingo, hace diez años”.

Dominio de Schumacher
El alemán Michael Schumacher (Ferrari), líder del Mundial, fue de nuevo el mejor en la primera jornada de ensayos libres del Gran Premio de San Marino, en la que  destacaron los BAR-Honda del inglés Jenson Button y el nipón Takuma Sato.