La falta de leyes que protejan la zona dificulta la preservación de sus riquezas arqueológicas.

La laguna de Culebrillas, situada a 4.042 metros sobre el nivel del mar, en el cantón Cañar, alberga una gran cantidad de vestigios arqueológicos en su cauce y laderas.

En junio del 2001, cuando se proclamó a Cañar como la Capital arqueológica y cultural del Ecuador, la laguna fue declarada sitio arqueológico de primer orden.

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Además, Culebrillas forma parte del Parque Nacional Sangay, por lo que es una zona protegida por el Ministerio de Ambiente.

No obstante, en el 2002, el Municipio de El Tambo construyó en el sector de Labrazhacarumi una presa, de 2 metros de altura, que inundó el área circundante a la laguna y destruyó la vegetación de los alrededores.

Ante esto, el Ministerio de Ambiente, el Instituto Ingapirca (encargado de velar por la preservación de los vestigios arqueológicos de la provincia de Cañar), el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural y la Municipalidad de Cañar, protestaron y exigieron la inmediata destrucción de la presa.

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A pesar de que el embalse fue derrumbado, según Patricio Santander, representante del Ministerio de Ambiente, la zona aún no se ha regenerado totalmente.

“Los meandros (curvas del río) desaparecieron y la vegetación fue arrasada a causa de la inundación”, explicó Santander.

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Actualmente, el tema ha vuelto a tomar notoriedad debido a una nueva intención del Municipio de El Tambo de utilizar las aguas del río Culebrillas, que alimenta a la laguna del mismo nombre, para construir un reservorio de agua y abastecer del líquido a sus pobladores.

“A pesar de que la laguna pertenece a Cañar, el Tribunal Constitucional nos declaró administradores de las aguas de Culebrillas. Ahora estamos realizando estudios para determinar el lugar adecuado donde establecer la presa”, afirmó Pablo Vega, alcalde de El Tambo.

Víctor Cárdenas, primer personero del cabildo de Cañar, señaló que ellos jamás se han opuesto a que El Tambo obtenga su agua del caudal del río Culebrillas, “lo que no es correcto es que ellos quieran apropiarse de algo que no les corresponde.

Antes de edificar una represa en la zona, ellos deben obtener permiso de este cabildo y realizar los estudios de impacto ambiental necesarios”, señaló.

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El arqueólogo Antonio Carrillo, quien trabajó durante más de 15 años en el Instituto de Patrimonio Cultural, explicó que mediante un acuerdo ministerial se prohibió edificar represas en la zona.

“El acuerdo busca proteger los recursos naturales y arqueológicos que existen en la laguna Culebrillas”, por lo que El Tambo debe buscar otras opciones para abastecerse del líquido, dijo Carrillo.

Otros daños
Ganadería
Los excrementos del ganado vacuno que pasta en la zona contaminan el agua de la laguna.

Patricio Santander, representante del Ministerio de Ambiente, imparte cla