El 22 de abril, Día de la Tierra, Estados Unidos también celebra su profundo compromiso de preservar la riqueza y la belleza de la Tierra para las futuras generaciones de todas partes.

A todo lo ancho de 9’629.091 kilómetros cuadrados, los estadounidenses de todas las edades participan en actividades que celebran las maravillas de la naturaleza. Hay festivales de cine en Boise, Idaho y Washington DC. Estudiantes y maestros de San Diego, California, plantan árboles y planifican jardines.

Voluntarios en Jamestown, Rhode Island, limpian las playas de la costa. Además, activistas, dirigentes empresariales, deportistas y representantes gubernamentales como los del Sistema de Evaluación de Recursos Medioambientales de California, participan en el tipo de discusiones públicas sobre las que se basan las políticas económicas y medioambientales.

Es con el esfuerzo sostenido de las instituciones gubernamentales, empresas y organizaciones de la sociedad civil, así como con las actividades individuales, que Estados Unidos ha logrado sustanciales progresos en revertir la degradación del medio ambiente en la década de los setenta al impulsar, al mismo tiempo, el extraordinario crecimiento de la población y economía de la nación.

En los 34 años transcurridos desde que el senador Gaylord Nelson estableciera el Día de la Tierra, Estados Unidos ha seguido demostrando su habilidad para fijar, lograr y mantener las elevadas normas de protección del medio ambiente. Y hemos planteado ambiciosas metas nuevas, como la reducción de las emisiones de mercurio en la producción de energía y el fin de la venta y exportación de maderas cosechadas ilegalmente en el mundo. El presidente Bush se ha comprometido a que Estados Unidos hará frente al desafío de abordar el cambio climático mundial a largo plazo mediante la reducción en 18% de la tasa de emisiones de gases de efecto invernadero en el rendimiento económico para el año 2012, en comparación al 2002.

Incluso cuando Estados Unidos enfrenta desafíos cada vez más complejos, tengo confianza en que las tres generaciones actuales de estadounidenses, ciudadanos conscientes en el medio ambiente, tienen el compromiso, la educación, la energía y la habilidad para conseguir el bien más grande. Estados Unidos reconoce su responsabilidad al ayudar a los demás, particularmente en el mundo en desarrollo, a crear condiciones de vida más favorables, asegurando al mismo tiempo un cuidado atento de los recursos naturales. Mi gobierno ha comprometido un nivel sin precedentes de recursos nuevos para cumplir esta estrategia.

Estados Unidos apoya firmemente la ampliación y difusión del conocimiento, las tecnologías y los medios para sustentar los ecosistemas vitales de la Tierra. Esto incluye la inversión en energía renovable, tecnologías limpias del carbón y la fabricación de vehículos libres de emisiones que serán usados dentro de unos diez años. Estados Unidos está hoy reunido en Japón con otras 28 naciones para seguir la planificación de un nuevo sistema de observación mundial. Este sistema reunirá miles de recursos tecnológicos individuales en un amplio Sistema de Observación de la Tierra, que aportará los mejores datos científicos posibles para la toma en el futuro de decisiones informadas sobre una amplia variedad de temas medioambientales.

Está dentro de nuestra capacidad mutua el proteger la riqueza y la belleza de nuestro mundo natural. Cuando se sabe que la población del mundo se duplicará dentro de pocas generaciones, es nuestro deber preparar a los niños de hoy para que tomen decisiones informadas para sustentar nuestra Tierra.

* Embajadora de Estados Unidos