Después de 15 días la revancha de la semifinal se jugará en Riazor.

La final de la Liga de Campeones está un poco más cerca para el Deportivo La Coruña, después de su visita a Oporto, donde consiguió un empate sin goles que le sirve para tomar cierta ventaja en la carrera que concluye, el 26 de mayo en el estadio AufSchalke, de la ciudad alemana de Gelsenkirchen.

Ante un rival que nada más ha perdido tres partidos esta temporada, y solo uno en la Liga de Campeones (ante el Real Madrid), el Deportivo no jugó su mejor partido, pero tuvo oficio para conseguir un excelente resultado.

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El cuadro español, que disputa por primera vez la penúltima ronda de la Liga de Campeones de Europa, tiene contra las cuerdas al único que ha sido campeón continental de los cuatro que quedan en competición.

La trascendencia del primer duelo de la eliminatoria quedó patente desde el pitazo inicial. Hubo mucha tensión desde el comienzo y muy poco fútbol.

Sin la magia de Juan Carlos Valerón, con Walter Pandiani muy aislado arriba y Albert Luque poco inspirado, el Deportivo se quedó sin armas para hacerle daño a su rival.

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Lo que sí hizo bien el conjunto coruñés fue defenderse, pero también es cierto que el Oporto no le creó demasiados problemas en ofensiva.

Sin obsesión por atacar a pesar de actuar antes sus aficionados, con un juego muy lento y repleto de pases horizontales, el Oporto, que dirige José Mourinho ofrecieron una primera mitad mediocre. Fueron los dueños del balón, pero de poco les sirvió.

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Su mejor jugador, Anderson de Souza Deco, no ofreció ni una sola nota de calidad y la sinfonía que interpretó el cuadro local antes del descanso no entusiasmó a nadie.

No disparó ni una sola vez entre los tres palos durante el primer tiempo; igual que el Deportivo. Vitor Baía y Molina trabajaron menos de lo esperado y la disputa, a veces demasiado sucia por parte del equipo portugués, se dirimió casi siempre en el centro de la cancha. 

El equipo español no mejoró. El Oporto, sin hacer un fútbol brillante, fue más fuerte en ataque, incrementó su dominio y se acercó con más intención a la portería visitante.

Un disparo desde fuera del área de Maniche se estrelló en el poste de la meta deportivista en el minuto 67.

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El Deportivo ante Milan dejó claro que es capaz de todo como local. Dentro de quince días tendrá la oportunidad de demostrarlo y alcanzar la final de la Liga de Campeones.