En esta jornada varios de los familiares de las víctimas quisieron dedicar la reflexión hacia el uso de las armas de asalto en EE.UU. Especialmente cuando una prohibición para el uso de estas se encuentra por expirar.

Como cada año, miles de jóvenes y sus familiares acudieron a la escuela de Littleton para rendir homenaje a las trece personas que fueron asesinadas por dos estudiantes del centro el  20 de abril de 1999.

En el exterior de la escuela de 1.700 alumnos se leía el cartel que acompaña cada año al aniversario de la tragedia: “Un tiempo para recordar, un tiempo para la esperanza”.

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Según el director del liceo de Columbine, Frank DeAngelis, es imposible recuperarse de la tragedia en Littleton luego que dos de sus alumnos Dylan Klebold, de 17 años, y Eric Harris, de 18 años, ingresaran  en el centro educativo y asesinaran a doce estudiantes, un maestro y se suicidaran.

“El Día de la Madre, el Día del Padre, cada cumpleaños, es demasiado difícil”, indicó Thomas Mauser, padre de Daniel, de 15 años, asesinado ese día, a la cadena CNN.

Todas las armas que se utilizaron el trágico día se las compró en una feria a vendedores sin licencia.

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A Mauser le preocupa que la prohibición en la fábrica y venta de ciertos tipos de armas militares de asalto en Estados Unidos, impuesta en 1994, expire en septiembre.

El 20 de abril de 1999 permanecerá en la memoria de todos los estadounidenses como el trágico día en que dos estudiantes del liceo de Columbine abrieron fuego contra alumnos y profesores.

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Klebold y Harris, quienes estaban calificados como estudiantes inteligentes de familias acomodadas, indicaron en cartas previas al incidente que su intención era atacar a quienes los  desairaron en la escuela.