El número de muertos tras los atentados suicidas perpetrados el miércoles en el sur de Iraq se elevó a 73, después de que cinco personas que estaban en estado crítico fallecieran en el hospital durante la noche, dijeron fuentes hospitalarias este jueves.
 
Cinco radicales suicidas se inmolaron al detonar las bombas colocadas en unos coches contra tres comisarías en Basora, y en una academia de policía en la vecina ciudad de Zubeir.
 
Este fue el más sangriento ataque contra Basora, una ciudad controlada por las tropas británicas, desde que comenzó la ocupación liderada por Estados Unidos hace un año.
 
Las autoridades iraquíes y británicas dijeron el miércoles que 68 personas habían muerto, sin contar a los suicidas, y que otras 99 habían resultado heridas.