El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé un crecimiento del 3,9% en América Latina para 2004, 0,4 puntos más que en sus últimas previsiones y lo que denota una franca recuperación tras los últimos años.
 
En su informe "Perspectivas Económicas Mundiales", hecho público este miércoles antes de la reunión semestral del FMI y el Banco Mundial, el Fondo prevé también un crecimiento económico para América Latina del 3,7% en 2005.
 
En 2003, el crecimiento de la región fue del 1,7%, 0,1 puntos más de lo anticipado por el Fondo en su informe anterior.
 
Este alza en la región se ve apoyada por "el robustecimiento de la demanda interna, unos precios más altos de las materias primas y la recuperación global", explica el informe.
 
La recuperación estuvo animada, en un primer momento, por la demanda externa pero "de modo más reciente la demanda doméstica ha comenzado a recuperarse".
 
Las exportaciones también han permitido una mejora en la balanza por cuenta corriente, que registró un pequeño superávit en 2003, el primero en 35 años.
 
El Fondo espera que se consolide la recuperación a lo largo de 2004 pero "las perspectivas siguen siendo sensibles a un deterioro en el clima financiero global o errores de política interna que afecten a la confianza de los inversores".
 
El desempleo continúa en unos niveles altos, lo que ha contribuido a tensiones sociales en varios países.
 
En este sentido, el Fondo recuerda que reducir los altos niveles de deuda pública "acarrearía una serie de beneficios en las condiciones sociales a largo plazo".
 
Sobre Argentina, el FMI destaca una recuperación de la confianza y la producción, que ha llevado al país a crecer un 8,75% en 2003.
 
"La política fiscal argentina ha sido extremadamente buena", declaró este miércoles el economista jefe del FMI, Raghuram Rajan, en una rueda de prensa para presentar el informe.
 
Se espera que la economía crezca en este país al menos un 5,5% este año, aunque la estabilidad de la recuperación dependerá de progresos en el frente político, en especial en un aumento del superávit primario y de la reestructuración de la deuda soberana.
 
En Uruguay, el PIB creció el año pasado por primera vez desde 1998, en un 2,5%, y se situará este año en un 7%, pero persisten los riesgos y "las autoridades tendrán que seguir adelante con la reestructuración bancaria y la consolidación fiscal".
 
La sólida política macroeconómica implantada en Brasil ha encarrilado al país para crecer un 3,5% este año y el próximo, a medida que la demanda interna responde a los recortes impositivos, pero el alto nivel de la deuda pública, de más del 80% del PIB, sigue siendo un motivo de preocupación.
 
En Chile, la economía ha mantenido su buen nivel y crecerá un 4,5% este año y un 5,5% el próximo, debido a la mejora, entre otras cosas, de las condiciones comerciales.
 
En la región andina se espera un crecimiento para este año del 5,1%, si bien la mayoría de los países se ven afectados por la incertidumbre política.
 
Venezuela podría crecer este año un 8,8%, pero ello depende de que se resuelva la crisis política y se recupere la confianza de los consumidores y los empresarios.
 
En Perú, el crecimiento podría rondar el 4% este año, pero "la deuda pública en divisa extranjera sigue siendo alta y hay que acelerar las reformas fiscales".
 
La economía de Ecuador, que puede crecer un 5,9%, se beneficia de los altos precios del petróleo, pero la situación política retrasa la puesta en marcha de reformas, algo que también sucede en Bolivia.
 
En Colombia, la mejora de la seguridad ha permitido acelerar el crecimiento, previsto para el 4 por ciento en 2004 y 2005, pero es necesaria una mayor consolidación fiscal.
 
En México, le crecimiento se acelerará este año al 3,3% a medida que las exportaciones se benefician del crecimiento industrial en EE.UU. y el consumo interno aprovecha los recortes de los tipos de interés.
 
La situación en América Central se ha visto influida positivamente por el acuerdo de libre comercio con EE.UU. (Tlcac).
 
La nota negativa en la región viene de la República Dominicana, donde la economía se contraerá en un 1% este año a raíz de la crisis bancaria de 2003.