El ‘Pelusa’ sufre disfunción cardiaca, hipertensión y neumonía, que lo mantienen conectado a un respirador.

Argentina amaneció ayer nerviosa (y el mundo del fútbol también). Bastaba con ver los noticiarios locales y de cable. Todos decían que Diego Armando Maradona, el ídolo mayor de los argentinos, pasó la noche en coma, internado en el área de cuidados críticos de la Clínica Maternidad Suizo Argentina, ubicada al norte de Buenos Aires.

Bastaba con ver los cartelones que decían: “Fuerza Diego, respiramos por vos”, Si se muere, Argentina perderá algo demasiado grande”, “Sin vos qué nos queda”.

Publicidad

Aquellas frases reflejaban el temor de miles de seguidores a quienes no les importó hacer guardia en las calles Puerreydón y Santa Fe, donde está situada la clínica.

Maradona volvió a la Argentina el 22 de marzo pasado proveniente de Cuba, donde se sometió a varios tratamientos para combatir su adicción a la cocaína; y desde el 4 de enero del 2002 (en Uruguay) no había presentado ninguna recaída fuerte en su salud.

En aquella ocasión el cuadro clínico fue similar al de ahora: “crisis hipertensiva y arritmia ventricular”, provocada por el consumo exagerado de droga y el sobrepeso.

Publicidad

El médico que lo atendió en esa oportunidad, Frank Torres, explicó que Maradona “es portador de una hipertensión arterial crónica”, enfermedad que afecta al 10% de la población.

Alfredo Cahe, médico personal del Pelusa, desmintió ayer los rumores de que esta nueva complicación sea resultado del consumo de droga; y aclaró que la “internación en el hospital estaba prevista desde el sábado pasado”, pues Diego presentó un cuadro febril y alza de presión.

Publicidad

El Número 10 ya sentía las alteraciones propias del consumo excesivo de cocaína: cambios bruscos de temperatura, dolores de cabeza, intranquilidad notoria, delirio persecutorio, cierto grado de paranoia, alucinaciones auditivas y cuadros convulsivos.

Sin embargo, fue la tarde del domingo pasado cuando su organismo no pudo más.

Pasadas las 18h00 (20h00 de Ecuador), Maradona salió de La Bombonera, donde vio parte del triunfo 2-0 de su querido Boca Juniors frente a Nueva Chicago por el torneo local.

Maradona subió a su camioneta, prendió el aire acondicionado, y sintió una punzada en el pecho. Minutos más tarde, ingresó a terapia intensiva con un cuadro de disfunción cardiaca, hipertensión y neumonía aspirativa, que le complicó a la vez los aparatos cardiovascular, respiratorio y neumológico.

Publicidad

Entró en un coma inducido del que aún no sale, conectado a un respirador artificial.
A medianoche de ayer recibió el sacramento de la extremaunción por parte de un sacerdote.

A las 15h00 locales de ayer (17h00 de Ecuador), el parte médico decía que su presión había mejorado, pero el pronóstico sigue reservado.

POR EL PELUSA

Hinchas cantan y tocan un bombo frente a la clínica donde se encuentra Maradona

BUENOS AIRES, Argentina   EFE

Un grupo de hinchas cantaron como si estuvieran en los graderíos de un estadio y tocaron un bombo frente a la clínica donde está ingresado el ex futbolista argentino Diego Maradona, para alentarlo.

Tras una petición de las autoridades para que esos aficionados dejaran de hacer ruido con el instrumento de percusión, tres de ellos, vestidos con la camiseta del equipo Boca Juniors, entregaron a un empleado de la clínica una estatuilla de la virgen de Luján y pidieron que la dejaran en manos de los familiares del ex futbolista.

“Brasileño, brasileño, qué amargado se te ve. Maradona es más grande, es más grande que Pelé” cantaron los hinchas.

La avenida Pueyrredón, del barrio norte de Buenos Aires, donde está la clínica Suizo Argentina, fue ocupada por unos 300 aficionados con pancartas y carteles con la imagen del Pelusa, como se conoce a Maradona.

Deportistas se solidarizan por crítico estado de salud del campeón mundial de fútbol del 86

BUENOS AIRES, Argentina   AFP

Jugadores, entrenadores y dirigentes del mundo del deporte y el fútbol expresaron ayer su tristeza por la crisis de salud que sufre el ex jugador Diego Maradona, pero transmitieron voces de aliento y confianza en que tendrá energía para salir a flote.

El tenista Guillermo Coria, cuarto en el ranking de la ATP, dijo estar “muy triste” por la hospitalización de Maradona. Coria dijo que deseaba “una pronta recuperación” del ídolo futbolístico, que ganó con la camiseta de la selección el Mundial de México 1986.

El ex jugador del seleccionado argentino y periodista deportivo Enrique Wolf indicó que “es bueno que haya gente que se ponga a disposición y no que esté diciéndole a Maradona lo que tiene que hacer”.

El volante uruguayo Ariel Krasouski, quien jugó con Maradona en Boca  Juniors entre 1980 y 1981, dijo sentir “un gran dolor, porque Diego fue un  excelente compañero, un gran muchacho a quien la vida le jugó una mala  pasada”.