Se prevé que el repique de la campana se escuche a decenas de kilómetros a la redonda.

La campana más grande que repicará en Rusia fue instalada ayer en el campanario mayor del monasterio de Serguíev-Posad, a unos 60 kilómetros al noreste de Moscú, informó el patriarcado de la Iglesia Rusa Ortodoxa.

El artefacto tiene 4,55 metros de largo, 4 y 5 metros de diámetro –mayor y menor, respectivamente– y 72 toneladas de peso.

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En el acto de bendición estuvieron el patriarca de la Iglesia Rusa Ortodoxa, Alexis II, representantes de otras confesiones y autoridades.

La campana construida en uno de los mayores astilleros del país, en San Petersburgo, es una réplica de la que durante décadas permaneció en el campanario mayor de ese complejo sagrado hasta el año de 1930, cuando fue destruida por orden del dictador comunista José Stalin.

Según la historia, miles de templos en ese país fueron asaltados por grupos comunistas. El monasterio de Serguíev-Posad no fue la excepción, por lo que los combatientes descolgaron los instrumentos de sonidos y los destruyeron dejándolos caer al suelo.

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La campana que fue bautizada como ‘Zar’ (al igual que la anterior) siguiendo la tradición ortodoxa de asignar nombres a estos elementos, fue fundida en bronce y está adornada con relieves de íconos, motivos religiosos e inscripciones en ruso antiguo.

Con la instalación de Zar a 18 metros de altura, concluyeron las obras para restablecer el campanario de Serguíev-Posad, una de las piezas arquitectónicas más notables de este enorme monasterio compuesto de catorce iglesias y catedrales rodeadas de murallas y torres de adobe rojo.

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Meses atrás, se instalaron otras campanas de menor tamaño, como ‘Karnauji’, de 27 toneladas, y ‘Vlagovestnik’, de 35 toneladas.

Los sacristanes aseguran que ahora –como hace más de un siglo– las cuarenta campanas del monasterio serán escuchadas por los feligreses a decenas de kilómetros a la redonda en todo el año, incluso en invierno, cuando la temperatura es de 40 grados bajo cero y el metal común suele enmudecer.

Zar y el resto de sus hermanas repicarán por primera vez el próximo 30 de mayo para anunciar la fiesta de la Santísima Trinidad, según el calendario ortodoxo.