El gobierno peruano advirtió este sábado a productores de coca que no tolerará hechos de violencia durante manifestaciones anunciadas por ellos para el martes. 
 
Además informó que la policía está alerta ante la eventualidad de que el grupo subversivo maoísta Sendero Luminoso cumpla su amenaza de reiniciar sus acciones armadas. 
 
Según el ministro del Interior, Fernando Rospigliosi, la amenaza fue hecha en el valle del Huallaga, al noreste de Lima, hace algunos meses, por el cabecilla rebelde Filomeno Cerrón Cardoso, apodado   Artemio, a través de una televisora inglesa, y reiterada por el propio Cerrón recientemente por una radioemisora limeña. 
 
Rospigliosi anunció que el gobierno está construyendo en Palmapampa, valle del río Apurímac, al sudeste de Lima, una base antidrogas grande, para varios helicópteros y más de ochenta hombres, la cual estará lista en septiembre. 
 
El ministro indicó que los actos de violencia son alentados por un líder cocalero del valle del Apurímac, quien desde el año pasado está preso en Ayacucho, al sudeste de esta capital. 
 
"Aquí se ha presentado una situación peculiar. Un dirigente cocalero, Nelson Palomino, quien está preso por haber cometido varios delitos, desde la cárcel está agitando, a través de una radio, la realización de hechos violentos", dijo Rospigliosi. 
 
El funcionario fue entrevistado en el valle del Apurímac, por la emisora limeña Radioprogramas. 
 
Rospigliosi dijo que "estas declaraciones demuestran que Palomino no se ha arrepentido de los delitos que cometió, agravando su situación jurídica, porque públicamente está diciendo que hay que volver a cometer hechos de violencia, lo cual, por cierto, es muy grave". 
 
Dijo que viajó al valle del Apurímac "para ver en el terreno cómo están las cosas, hablar con la gente y ver la forma de ayudarlos a solucionar sus problemas. Pero, de ninguna manera vamos a tolerar la violencia, o hechos distintos a una protesta pacífica". 
 
Palomino, según las autoridades, está detenido bajo cargos de apología del terrorismo, ataque a la propiedad y daños a personas. 
 
Según versiones periodísticas, los productores de coca, materia prima de la cocaína, han anunciado para el martes movilizaciones en los valles del Huallaga, Ene y Apurímac; demandando al gobierno el cumplimiento de compromisos contraídos anteriormente, como la electrificación del valle del Apurímac y el asfaltado de la carretera Ayacucho-Apurímac. 
 
Los cocaleros también piden, según versiones, la disolución de Devida, institución estatal encargada de controlar la producción de hojas de coca _ materia prima de la cocaína _ a fin de frenar el narcotráfico. 
 
Rospigliosi dijo que semanas atrás miles de cocaleros intentaron realizar una movilización a Lima   para presionar e imponer al gobierno una serie de condiciones inaceptables, pero eso fracasó completamente. Ahora, después de ese fracaso, intentan lo mismo pero ya no en Lima, sino en los valles cocaleros.