Desde la Cámara de la Construcción

Llegamos a los especialistas, el gremio indicado para entender las tendencias de la construcción habitacional. Conozcamos de un proyecto encaminado a mejorar el puerto de Guayaquil.

Por qué la tendencia de los constructores por los conjuntos residenciales y no a las ciudadelas como antes?

En las oficinas de la Cámara de la Construcción, el Ing. José Centeno Abad (Presidente) y dos de sus directivos, Ing. Civil Felipe Pezo y Arq. Virgilio Gozenbach Abad, responden la interrogante de forma concreta. Cuando se les pregunta a los ciudadanos qué es lo que buscan al momento de comprar una casa, responden tres cosas:

1. Seguridad
2. Seguridad
3. Y más seguridad

"Si les pidiésemos que se aparten de las tres razones mencionadas, nos digan otra, ellos seguirían pidiendo seguridad" asegura el ingeniero Pezo. A diferencia de muchos años atrás, cuando la seguridad no era tema de conversación, los constructores habitacionales podían desarrollar sitios residenciales abiertos que no incluían garitas de vigilancia a la entrada de cada uno de ellos.

La planificación de estas urbanizaciones privadas obedece a la demanda del mercado. Una vez más mencionamos la seguridad como punto de partida. Luego podemos notar que los diseños han variado porque estos se tienen que acoplar a la evolución tecnológica y al desarrollo de nuevos equipos que son parte de la familia tipo y que por ende requieren de un sitio especial, un ejemplo de esto son los microondas, antes no estaba contemplado.

Si echamos un vistazo a la ciudad, podemos darnos cuenta que dentro de ella no existen urbanizaciones cerradas. "La razón se encuentra en las ordenanzas municipales... ellas no han cambiado... consideran vía pública cada sector y por eso no se puede bloquear el tránsito" comenta el arquitecto  Gozenbach, en otras palabras no hay sitio donde sea prohibido caminar. Existen tipos de urbanizaciones cerradas dentro de Guayaquil, pero están consideradas como propiedades horizontales. Así también se conoce a los edificios o condominios, es decir el habitante no es dueño del terreno sino de una alícuota, un área que no podrá variar porque comprende  un esquema de presentación. Resaltan que el matrimonio moderno es el que prefiere la opción de un lugar resguardado las veinticuatro horas ya que ambos trabajan.

Los valores agregados de los conjuntos residenciales incluyen servicios específicos, intercomunicadores con la garita de seguridad, áreas verdes, canchas deportivas y otros. En estos lugares los niños pueden salir con sus amigos sin correr peligro. Son detalles que no se contemplaban y en la actualidad el constructor que no piensa en esos factores no está actualizado. La comunidad busca garantía aunque tenga que acostumbrarse a las alícuotas que antes preferían evitar.

Proyectos de la Cámara
Además de encontrarse planificando la forma de persuadir al Seguro Social que invierta su dinero en proyectos habitacionales para el país, que además generen plazas de trabajo y que otorgue créditos hipotecarios para la compra de los mismos, la Cámara de la Construcción está impulsando la creación de una Zona Franca para Guayaquil. Luego de un análisis, un comité de gestión para que lleve adelante el proyecto que dio inicio en mayo del 2000 con la Subsecretaría Regional del Ministerio de Industrias, Comercio exterior y Pesca en el Litoral, ejecutivos de la Cámara de Pesquería y de la Autoridad Portuaria, el decreto llega el 9 de octubre del 2001 en el cual el Ejecutivo aprueba la creación  y funcionamiento de la Zona Franca del Guayas.

Implementarla y ponerla en marcha es una alternativa que le otorga al país un flujo de divisas, tomando en cuenta que por el puerto de Guayaquil se mueve el 64% de las importaciones y exportaciones de todo el Ecuador. Además creará plazas de trabajo, contacto tecnológico actualizado al resto del mundo y dinamismo en la economía local y nacional. Sin lugar a dudas la realización de la Zona Franca del Guayas es un aporte más al avance de la ciudad y del país.