El futbolista de Naranjal nació en las categorías menores del ídolo amarillo.

Los once goles que logró Danny Vera en la temporada del 2003 con la camiseta de Espoli fueron la llave para que este año se integrara al Barcelona.

La confianza brindada por los dirigentes y cuerpo técnico han servido para que hoy destaque y se convierta en el goleador del cuadro amarillo.

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Mantiene la sencillez de aquel niño que salió del cantón  Naranjal a los 12 años.
 
La que la ausencia de su padre –quien falleció cuando tenía 4 años– marcó su vida; eso lo obligó a refugiarse en su madre, Nubia Carpio.

Su abuelo materno, Luis Carpio, fue quien lo vinculó a las divisiones menores del ídolo amarillo. Allí tuvo la guía de los profesores Juan Triviño y Rémulo Sotomayor, quienes aprovecharon sus condiciones para hacer de él un jugador explosivo.

En 1998 el DT del cuadro torero, Jorge Habbegger, le dio la oportunidad para que debutara en primera categoría y como no tuvo una buena actuación lo marginaron.

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Desde allí esperó con paciencia para mostrarse. Sus actuaciones fueron esporádicas. “Danny siempre tuvo jerarquía por su perseverancia”, reconoce el técnico José María Andrade.

Como no era tomado en cuenta pidió una oportunidad  para que lo dejaran jugar en el Macará, de Ambato. Allí anotó 5 goles en el torneo del 2002.

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Para la temporada del 2003, Espoli requirió sus servicios. Danny Vera quiso madurar futbolísticamente y aceptó la propuesta porque pensaba retornar al Barcelona. Tuvo una actuación destacada y alcanzó once goles en ese año.

Cuando han transcurrido diez fechas del torneo nacional  y seis de la Copa Libertadores, el Cholo, como lo conocen, es el nuevo goleador torero. En las dos competencias acumula 8 tantos.

A pesar del buen momento que atraviesa, no pierde su humildad y sentido del humor.

También ha pasado por etapas difíciles. Una de esas fue el pasado 11 de marzo cuando el ídolo jugaba como visitante con el Santos de Brasil. No fue titular. El DT Víctor Luna lo ubicó para el segundo tiempo en reemplazo de Ángel Escobar (46m), pero su accionar no gustó al estratega, quien lo sacó de la cancha 30 minutos más tarde e ingresó Mauricio Hurtado.

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Ese cambio derrumbó psicológicamente al goleador, quien no pudo recuperarse, al contrario, tuvo otra recaída cuando Barcelona jugó en Ambato con Macará, el pasado 14 de marzo. Marcó el gol de la transitoria ventaja (16m), pero en una jugada sin trascendencia  en contra de Juvenal Sánchez dejó a su equipo en inferioridad numérica porque el árbitro Mauricio Reinoso le mostró la cartulina roja a los 45 minutos.

Sin embargo, de todo lo que había acontecido y los marcadores en contra que recibió el club torero  en Brasil (1-0) y en Ambato (2-1), tuvo el aliento de sus compañeros y del entrenador. Ellos lo aconsejaron y ayudaron a recuperarse.

Los consejos fueron efectivos, porque se siguió preparando y marcó el transitorio empate (51m) ante El Nacional, en Quito, el pasado 4 de abril y en la revancha ante el cuadro militar les marcó en dos ocasiones para el triunfo 2-0. El pasado miércoles anotó en ambas oportunidades para la victoria 2-0 sobre el paraguayo Guaraní y ahora su equipo tiene la opción de jugar la siguiente fase de la Copa Libertadores de América.

Dentro de sus triunfos recuerda a su madre, quien ha sido el puntal para el desarrollo familiar. A ella le dedica sus triunfos y quiere obtener el campeonato para el ídolo.

En su primer año en la Copa Libertadores quiere dejar huellas de goleador y si las circunstancias le permiten también desea ser el romperredes del campeonato nacional de este año.

Aunque no tiene un amor personal, para Danny su compañera ideal es la pelota, con la que sueña cada noche en su hogar de Lomas de Urdesa.

DEL INTERBARRIAL AL PROFESIONALISMO
1980:
  El 8 de agosto nació en Naranjal Danny Vera, del matrimonio entre Nelson Vera (+) y Nubia Carpio.

1992: Su abuelo, Luis Carpio, lo vinculó en las divisiones menores del Barcelona.

1992:  Cuando ya estaba mejor orientado por los profesores Juan Triviño y Rémulo Sotomayor, participó por Barcelona en el Interbarrial de Diario EL UNIVERSO.

1993: Por sus condiciones técnicas consiguió el título y vicecampeonato en las categorías Sub 12, 13, 14 y Sub 15.

1998: Debutó en la serie A cuando Jorge Habbegger era técnico del Barcelona.

2002: Defendió al Macará y consiguió 5 anotaciones.

2003: Jugó  a préstamo en Espoli y consiguió 11 tantos.