El plan del Real Madrid para disfrutar de tres días de paz y reclusión en un lujoso centro de descanso parece que no tiene mucho éxito después de que unos 1.200 seguidores asistieran ayer a la primera sesión de entrenamiento.

Un puñado de policías fue incapaz de evitar que una multitud de admiradores entrara en el centro turístico y viera a sus jugadores desde detrás de las barreras.

El Madrid decidió ir al centro de descanso en un intento por aislar al equipo de los curiosos que les siguen tras las humillantes derrotas.

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Los aficionados abuchearon a los jugadores, el pasado  martes, durante su ensayo y portaron pancartas ofensivas después de que el equipo perdiera el liderato de la liga tras perder en casa ante el Osasuna por 3-0, el fin de semana.