La tropa española se retirará de Iraq a menos que las Naciones Unidas asuman tanto el control político como militar de ese país, manifestó el viernes el jefe de gobierno José Luis Rodríguez Zapatero.
 
Las declaraciones de Rodríguez Zapatero durante un debate parlamentario tuvieron lugar horas antes de una votación que lo transformó en jefe de gobierno.
 
Uno de los ejes de la campaña de Rodríguez Zapatero, cuyo Partido Socialista ganó las elecciones generales del 14 de marzo pero no pudo conseguir mayoría parlamentaria, fue el retiro de las tropas españolas de Iraq si la ONU no asume el control de ese país de Medio Oriente.
 
En su campaña consideró que la guerra y la ocupación eran ilegales porque no contaban con el mandato de la ONU.
 
Al comienzo del debate parlamentario el jueves, Rodríguez Zapatero prometió cumplir su promesa, pero no dejó en claro qué significaba exactamente que la ONU tome el control de Iraq.
 
Sin embargo, después de la medianoche, Rodríguez Zapatero detalló a qué se refería, respondiendo a una pregunta del partido comunista Izquierda Unida, cuyo respaldo necesitó para ser votado jefe de gobierno.
 
Si las Naciones Unidas no asumen el control político y el mando militar en ese país, las fuerzas españoles regresarán, declaró Rodríguez Zapatero, y dijo que fijó como plazo el 30 de junio.
 
El saliente gobierno conservador determinó que el 30 de junio expira el mandato de la tropa.
 
Su partido tiene 164 escaños en el Congreso de los Diputados, la cámara baja del parlamento, 12 menos que los necesarios para constituir la mayoría, aunque obtuvo el apoyo de sus aliados izquierdistas, que poseen 13 votos.
 
España aún está traumatizada por los ataques ferroviarios de Madrid del 11 de marzo, que mataron a 191 personas, y las amenazas de más ataques realizadas por un grupo relacionado con la red Al Qaeda, que demanda el retiro de los soldados de Iraq y Afganistán.
 
Las fuerzas de seguridad patrullan las vías ferroviarias, plantas de generación de electricidad y otros posibles objetivos.
 
Los 1.300 soldados españoles apostados en Diwaniya y en la ciudad santa de Najaf, son atacados casi todos los días por insurgentes iraquíes leales al clérigo chiíta Muqtada al-Sadr.
 
Las encuestas proyectaban un triunfo cómodo del Partido Popular en las elecciones españolas del 14 de marzo. Pero la votación fue afectada en gran medida por los ataques terroristas, que la población consideró como una represalia por el apoyo del jefe de gobierno José María Aznar a la guerra en Iraq liderada por Estados Unidos.
 
Una encuesta de la estación radial Cadena Ser difundida el 29 de marzo, mostró que el 72% de los españoles respalda los planes de Rodríguez Zapatero en Iraq.