“Mi gobierno propondrá al resto de las fuerzas políticas, a las comunidades autónomas (...) y a los agentes sociales, la adopción de un Pacto de Estado sobre la inmigración”, que “debe descansar en dos grandes elementos: el control y la gestión de flujos de inmigrantes y las políticas de integración”, sostuvo Zapatero en su discurso de investidura en el Congreso de los Diputados.

“Es imprescindible mejorar el control de las fronteras para frenar la inmigración irregular y (mejorar) la persecución de los traficantes de mano de obra”, aseguró el futuro jefe del gobierno español.

España, país emisor de emigrantes hasta mediados del siglo XX, se ha convertido en una nación receptora, en la que viven 1,64 millones de extranjeros y hasta un millón de irregulares.

Publicidad

De los residentes extranjeros en España, unos 600.000 son latinoamericanos sobre todo ecuatorianos y colombianos, aunque la cifra de clandestinos supera la oficial, según informes de organizaciones humanitarias.

Zapatero recordó que algunas comunidades autonómicas como  Andalucía y las islas Canarias, principales puntos de entrada de la inmigración ilegal en España “están al borde de la saturación y con crecientes problemas humanitarios y de seguridad”.

Retirará tropas
También aseguró que mantendrá “la palabra dada en torno a la guerra en Iraq”, al confirmar que retirará las tropas españolas del país árabe si de aquí al 30 de junio la Organización de las Naciones Unidas no toma el control de la situación.

Publicidad